El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, cuando recogió la Medalla de Oro, decidió con colgársela en el cuello, sino cogerla con la mano y ponerla en el corazón. Fue un gesto para mostrar que esta distinción no era a su persona, sino a la ciudad representa. “Melilla es un modelo de progreso, de calidad de vida, de convivencia, solidaridad y defensa de los valores de la Constitución y de nuestra nación”, remarcó.
Asimismo, comentó que el protocolo que se había firmado en la mañana para que Melilla y Málaga colaboren en materias, como la innovación, el turismo o la cultura, es una forma de aunar esfuerzos para llegar más lejos ambas.
De hecho, el alcalde de Málaga subrayó que agradecía al presidente del Gobierno local, Juan José Imbroda, que haya pensado en sumar sinergias en “unos tiempos convulsos para la cohesión de España. En unos momentos en los que hay quien se aleja de los valores de españolidad y hay quien se niega a unir y sumar. En estos tiempos, Melilla hace gala de su españolidad”.
De la Torre explicó que nuestra ciudad “nos recuerda los valores que nos une y la fortaleza que nos imprime todo lo que hemos alcanzado entorno a los principios y valores de nuestro país. Melilla dice sin complejos lo que es y lo que quiere ser: una sociedad de valores que trabaja en acuerdos inteligentes a favor de sus gentes. Y lo hace dejando a Málaga a su lado, como vecina, amiga y hermana”.
De la Torre destacó que ha sido un honor recoger esta Medalla de Oro en un acto donde también se ha entregado a dos ilustres melillenses, como son el deportista Yusef Abdeselam Kaddur y el dermatólogo Salvador González.
Agradeció a la Asamblea esta distinción y subrayó que esto implicará, además, una mayor responsabilidad de Málaga para continuar estrechando los lazos entre ambas ciudades.
Por último, el alcalde indicó que tanto Melilla como Málaga deben mirar más al norte para seguir avanzado y también al sur, para ofrecer su ayuda.