El Defensor del Pueblo asegura que fueron seis las personas que participaron en la contención de un menor del centro de reforma que sufrió una parada cardiorrespiratoria y que murió el 22 de diciembre del pasado año. De hecho, explica que en los vídeos de seguridad “se aprecia cómo una de las personas que participa en ella coge la cabeza del interno y la agita de modo que se da contra el suelo”. Ésta es una de las conclusiones que se recoge en un informe que todos los años realiza el Defensor del Pueblo sobre los lugares de privación de libertad de España. Este documento se publicó ayer en su web y analiza el centro de reforma de Melilla y otros de la península durante el año 2017 y lo realiza el Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNP).
Los hechos a los que hace referencia tuvieron lugar el 24 de noviembre del pasado año. El joven, que se llamaba Mamadou y procedía de Guinea Conackry, falleció el 22 de diciembre en el Hospital Comarcal tras pasar cerca de un mes en coma. El Faro ya adelantó un informe del Defensor del Pueblo en el que se describía que se había observado “cierta rudeza” en la contención al menor.
Más conclusiones
En este nuevo informe hay un apartado específico para abordar este caso. La institución ya denunció que tuvo problemas para acceder a los vídeos de seguridad, aunque luego se enviaron todas al Defensor del Pueblo. Describe que tras visionar 110 vídeos, otras de las conclusiones es que hay discrepancias entre la duración de la contención realizada y anotada en los registros del centro con lo que resulta de los vídeos visualizados.
Asimismo, denuncia que la autopsia que se realizó al menor fue clínica y no judicial. “Por ello, faltarían bastantes elementos para establecer una eventual correlación entre la contención y la parada cardiorrespiratoria”, añade.
Una autopsia clínica
En este sentido, subraya que la autopsia clínica se realiza cuando se considera que el fallecimiento ha sido por muerte natural. “Cuesta entender que en un caso como éste no se realizara una autopsia judicial”, subraya el informe.
También indica el informe que “no se realizó ningún parte de lesiones, por lo que el menor no fue examinado por un forense en el momento del ingreso para comprobar si había lesiones producidas por la contención”.
Cambios en el centro
El Defensor del Pueblo señala que tras el examen del incidente se formularon varias sugerencias a la consejería de Bienestar Social para mejorar el protocolo aplicado en las contenciones y el entrenamiento del personal que deba llevarlo a cabo.
Por último apunta que el seguimiento de la investigación sobre este fallecimiento ha sido asumido por el área de seguridad y justicia de esta institución.
El MNP visitó el centro de reforma de Melilla y conoció que unos días antes se había producido la contención a un menor y que éste estaba en el hospital tras desvanecerse y sufrir una parada cardiorrespiratoria. De hecho, durante la visita de este órgano seguía en la Unidad de Cuidados Intensivos y pocos días más tarde, falleció.
Por la gravedad del asunto, solicitó visualizar las imágenes de seguridad. “Desde un primer momento se advirtieron problemas y resistencias”, indicó este organismo. De hecho, añadió en el informe que el director del centro no tiene acceso a esas imágenes porque estaban bajo responsabilidad de la compañía de seguridad. Una vez finalizada la visita, se solicitó a Bienestar Social las imágenes y se enviaron más tarde. También se solicitó al Ingesa el documento del ingreso, el informe de hospitalización y la autopsia.
El consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, ya indicó a El Faro en otra ocasión que los trabajadores del centro de Baularte habían seguido el protocolo para garantizar la seguridad y lamentó que el Defensor del Pueblo contribuyera con sus palabras a “sembrar la duda” sobre la actuación.