Nueva historia que podría haber acabado mal. La Guardia Civil localizó el martes en un habitáculo de apenas unos 50 centímetros de ancho a siete inmigrantes, dos de ellos menores de edad, en el interior de una batea que iba a embarcar en el puerto de Melilla con destino a la península.
El instituto armado informó de que esta práctica está aumentando en Melilla. Tras las nuevas medidas de seguridad que se han establecido en el puerto para evitar intrusiones, sí que ha habido una disminución de entradas de personas en la zona de seguridad, tanto por el espaldón como por otros lugares terrestres. Sin embargo, se ha notado un incremento de la vía del doble fondo con el objetivo de colarse en los barcos y llegar a la península.
La Guardia Civil deduce que estas personas localizadas el martes, de nacionalidad marroquí, llevaban bastantes horas ocultas en el doble fondo, aunque cuando fueron localizadas, se encontraban en buen estado y no requirieron de atención sanitaria.
Pero el ir ocultos en un doble fondo durante tantas horas podría haber hecho peligrar seriamente su integridad física. Este tipo de habitáculos tan pequeños e insalubres ponen en riesgo incluso su vida. Desde la Guardia Civil recuerdan que en muchas ocasiones las personas escondidas en estos espacios ni siquiera pueden salir por sus propios medios y tienen que ser ayudados.
La actuación de la Guardia Civil ha sido clave en este caso para evitar una tragedia pero otras veces no llegan a tiempo. Urge encontrar soluciones para que los jóvenes no arriesguen sus vidas intentando colarse en un barco que les lleve a un sueño que muchas veces no existe.