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En ambos partidos se jugaron tres sets para dilucidar los vencedores y en el segundo de ellos se tuvo que recurrir al tie-break
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Uri Botello y Nerone levantaron al público de sus asientos
La afición disfrutó este sábado de un excepcional espectáculo, con dos partidazos de semifinales en el circuito profesional del Melilla Challenger, aunque sobre todo vibró con la gran victoria del melillense Uri Botello y del granadino Javier Ruiz, que superaron a Sebastián Nerone y José A. García por 6-2, 4-6 y 7-6. Ambos jugarán su tercera final consecutiva de un Challenger y esperan repetir el triunfo conseguido recientemente en Portugal, donde se coronaron campeones. La otra pareja clasificada para la final es la formada por Agustín Gómez Silingo y Álex Ruiz. El duelo por el título de campeón se disputará en el Pabellón Javier Imbroda Ortiz y dará comienzo una vez concluya la final femenina, que está fijada a las 9:00 horas.
La primera semifinal fue bastante competida y emocionante, ya que se resolvió después de dos horas y diez minutos de partido, con victoria de Agustín Gómez Silingo y Álex Ruiz ante Ernesto Moreno-Gonzalo Rubio por 3-6, 6-3 y 6-2.
Sin embargo, el partido no comenzó nada bien para la pareja formada por el argentino y el malagueño, ya que Ernesto Moreno y Gonzalo Rubio se adjudicaron el primer set, en el que ofrecieron muy buenas sensaciones y se mostraron sólidos. Los españoles ganaron con facilidad, se mostraron superiores y rompieron el saque de la pareja rival en dos ocasiones para vencer por un cómodo 6-3.
Por su parte, Gómez Silingo y Álex Ruiz cambiaron por completo su mentalidad en la siguiente manga y recuperaron el nivel de partidos anteriores. De este modo, ofrecieron una mejor versión en su juego para dispararse en el marcador con un claro 3-0. Esta ventaja fue suficiente para afrontar la recta final con cierta tranquilidad e igualar el partido tras un claro 3-6, aprovechando además los errores de la pareja española.
El primer finalista, por tanto, debía decidirse en la tercera manga, de pronóstico incierto por lo visto en las dos anteriores sets, pero el argentino y el malagueño impusieron su dominio a base de constancia, esfuerzo, sacrificio y un pádel de alto nivel, sin dar un punto por perdido ante la pareja rival, muy incómoda en la pista y sin soluciones para poder hacer sombra a sus oponentes, como así quedó reflejado con el definitivo 6-2.
Una vez concluyó el encuentro, los ganadores analizaron su victoria, pero ante todo mostraron su alegría por el triunfo. "Es algo casi soñado, pues empezamos el año cabizbajos, ya que no encontrábamos la forma, pero en este torneo empezamos mejor y eso nos ha dado mucha confianza. Estamos contentos, aunque no pensábamos llegar a la final, sino en intentar ganar partidos".
"La intención era salir agresivos, como en los anteriores partidos, lo cual nos dio buenos resultados, pero jugar a ese ritmo tiene su precio, como fue notorio en el primer set, aunque en los dos siguientes sets era cuestión de poner la cabeza en frío y hacer otras cosas. Debíamos bajar las revoluciones en el encuentro y encontrar la manija para llevarnos el partido de nuestro lado, como así fue", resaltaron.
Por último, Agustín Gómez Silingo y Álex Ruiz felicitaron a sus rivales "por el gran partido que hicieron", pero también "queremos agradecer al público de Melilla que nos ha animado en cada punto".
A continuación se disputó la segunda semifinal, entre Uri Botello-Javi Ruiz y José A. García-Sebastián Nerone, que brindaron a los aficionados un auténtico partidazo, el mejor de todo el Melilla Challenger, de dos horas y 26 minutos de duración y que se decidió de forma favorable para los interesantes de los primeros por 6-2, 4-6 y 7-6.
El primer set apenas tuvo historia, ya que Botello y Ruiz se impusieron por un contundente 6-2. El melillense y el granadino se mostraron muy sólidos, dominando el juego en la red y con buenas voleas, mientras que García-Nerone estuvieron imprecisos, sin convicción y con muchas dudas.
Sin embargo, la decoración cambió por completo de inmediato, ya que la pareja argentina-española despertó, manteniendo el equilibrio en el juego y mostraron una gran ambición sobre la pista, aunque la igualdad se mantuvo hasta los puntos finales, ya que cada dupla mantuvo el servicio, hasta que García y Nerone consiguieron romper el saque de su rival en el último juego para imponerse 4-6.
Lo mejor del encuentro estaba por llegar en el último set, que se prolongó por el partidazo exhibido por ambas parejas y que hubo que dilucidarse en el 'tie-break'. Los cuatro jugadores acabaron exhaustos, en una semifinal de altos vuelos, con un toma y daca permanente con el objetivo de acceder a la final, además de un público entregado por el gran espectáculo ofrecido por ambas parejas, pero sobre todo Uri Botello, por parte local, y el argentino Sebastián Nerone, por los visitantes, levantaron al público de sus asientos. Con mucha magia en sus muñecas y espectaculares, aunque será la dupla local la que estará en la final de este domingo en el Javier Imbroda.
Botello, al finalizar el encuentro, pronunció unas palabras sobre la pista, mostrándose bastante emocionado por la victoria y por jugar en su casa. "Estoy muy contento por el triunfo y por jugar delante de la gente que me ha visto crecer, aunque el domingo habrá que dejarse todo lo que nos queda ante un gran pareja. No me quiero olvidar de García y Nerone, que han hecho un partidazo, pero hemos sabido rehacernos en un gran partido. Además, mi compañero Javi Ruiz ha completado un gran encuentro".
Javi Ruiz resaltó que el partido "ha sido bonito para el espectador, con puntos espectaculares", pero sobre todo "quiero destacar el gran partido de Uri Botello, que ha tirado del carro cuando he bajado el nivel, y también hay que agradecer el apoyo del público, que ha estado apoyándonos y esperamos ofrecerle este domingo una victoria, aunque Uri Botello se la merece por estar aquí en su tierra, en un torneo de diez", concluyó.