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Los dos condenados amenazaron a la víctima y le quitaron 50€
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Reconocieron los hechos ante el juez
El titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Melilla condenó ayer a dos jóvenes a una pena de dos años de prisión como autores de un delito de robo con violencia y otro leve de lesiones. Lo hizo después de que los propios acusados reconociesen su culpabilidad en la sala. Los procesados admitieron los hechos tal y como estaban expuestos en el escrito acusatorio de la Fiscalía de Melilla. Según se relata en el mismo, ambos se aproximaron a la víctima de forma sorpresiva y lo amenazaron con el fin de robarle. Después de pegarle un puñetazo en la cabeza y causarle lesiones, le quitaron su teléfono móvil y 50 euros. Tendrán que pagar a la víctima 60 euros por la agresión.
Estos hechos tuvieron lugar sobre las 00:00 horas del 24 de septiembre del pasado año, cerca de la Jefatura de la Policía Nacional. Según consta en el escrito del Ministerio Público, el denunciante acompañó a los agentes que peinaron la zona y terminaron encontrando a los procesados. Uno de ellos llevaba todavía encima el teléfono sustraído, que fue encontrado por los funcionarios en el registro, por lo que la víctima pudo recuperarlo esa misma noche.
Los dos jóvenes acudieron al juicio esposados, ya que fueron trasladados desde la prisión, donde han permanecido de forma preventiva hasta la celebración de la vista. No obstante, carecían de antecedentes penales.
Acuerdo de conformidad
Ambos llegaron a un acuerdo de conformidad con la representante del Ministerio Público, lo que necesariamente implicaba el reconocimiento de los hechos. De este modo, la fiscal accedió a rebajarles la pena solicitada al mínimo contemplado por el Código Penal para esta conducta delictiva, por lo que finalmente pidió que la condena fuese por dos años de prisión.
Por otro lado, la fiscal no se opuso a que se suspendiera el ingreso en la cárcel para los dos procesados. Para que tenga lugar esta concesión se tienen que reunir dos requisitos: que la persona sea condenada a una pena que no supere los dos años de prisión y que carezca de antecedentes penales de la misma naturaleza delictiva.
Como los dos procesados cumplían estas dos conclusiones, se librarán de ir a la cárcel. Sin embargo, el juez los apercibió de que si vuelven a delinquir en los próximos cinco años, se revocaría la suspensión.
Lo mismo sucedería si no pagasen los 60 euros correspondientes al delito de lesiones.