El acusado aseguró que la denunciante lo único que pretende es que él se marche de la vivienda familiar
Un individuo se enfrenta a una petición de condena de tres años de prisión como presunto autor de un delito de amenazas y otro de lesiones en el ámbito doméstico y familiar. Según describe la Fiscalía de Melilla en su escrito acusatorio, el hombre y su mujer iniciaron una discusión en el interior de la vivienda y, en el transcurso de la misma, el encausado agredió a la denunciante, causándole una contusión en una muñeca. De acuerdo con la versión de la acusación, también la amenazó de muerte. “Antes de darte la casa, la exploto con la bombona y contigo dentro”, le dijo supuestamente. Por ello, el Ministerio Público también solicitó una orden de alejamiento e incomunicación por un periodo de cuatro años.
Estos hechos tuvieron lugar el pasado día 10, sobre las 14:00 horas. Los mismos fueron enjuiciados este jueves en el Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla. En la sala, el procesado negó completamente la acusación que pesa sobre él. Según sostuvo, lo único que hubo fue una conversación en la que su mujer le dijo que le daría 30.000 euros para que se marchase de la vivienda. “Yo le respondí que cómo me iba a dar ese dinero, si la casa vale mucho más”, contó el encausado. Acto seguido, la denunciante se levantó y se fue a la casa del vecino, según la versión ofrecida por el procesado en la vista.
El individuo aseguró que en ningún momento agredió a la perjudicada y que tampoco la amenazó. “Ella nunca me había denunciado en 31 años de matrimonio”, apuntó. Además, argumentó que, de haberse producido un episodio de malos tratos, su vecino, que es un policía nacional en activo, lo hubiera escuchado porque las viviendas están muy cerca y los tabiques son muy delgados.
“Quiere que me vaya”
“Ella quiere por todos los medios que me vaya para quedarse con la casa”, argumentó el encausado. Además, agregó que su mujer no sufrió lesiones en una muñeca el día de los hechos, sino que ya contaba con ella desde hacía años puesto que la tenía mal por el trabajo que desempeña. De hecho, dijo que este es uno de los motivos por el que se le había concedido una baja laboral, ya que también sufre ansiedad.
El hombre también aclaró que ahora mismo no está viviendo junto a su mujer, puesto que, tras la denuncia, se le impuso una medida preventiva de alejamiento e incomunicación.
Reacción agresiva
La denunciante, por su parte, aseguró que su marido se puso muy violento cuando ella le habló sobre el divorcio. “Tú eres una hija de puta”, le respondió él, presuntamente. “Como le vi tan alterado, me quise ir, pero él me dio un empujón y me di en la frente con el quicio de la puerta”, apuntó la mujer.
Según dijo, cuando cayó al suelo se dio con el sofá en una muñeca, donde se hizo daño. La denunciante afirmó que, mientras estaba siendo agredida, llamó a un amigo suyo que escuchó desde el otro lado del teléfono cómo su marido la amenazaba. “Decía que me iba a matar, que iba a explotar la casa con las bombonas”, expuso.
La víctima afirmó que, aunque ya tenía problemas con la muñeca lesionada, el día de los hechos le causó una herida que no tenía que ver con la anterior. Según indicó, fue a casa del vecino, que es policía.
Por otro lado, declaró el amigo de la víctima, que supuestamente escuchó las amenazas a través del teléfono. Aseguró que fue corriendo a la casa del matrimonio y que, estando en el rellano, la mujer salió corriendo a la casa del vecino. “Cuando él me vio, se abalanzó sobre mí”, sostuvo. Insistió en que oyó cómo le decía a su mujer que tenía que matarla y a ella pidiendo auxilio.
El último en declarar fue el vecino policía. Aseguró que él nunca había sospechado que hubiera maltrato en la casa de este matrimonio porque, de lo contrario, por razón de su cargo, hubiera tenido que intervenir conforme lo establece el protocolo de actuación.
Sostuvo que, desde su casa, no escuchó nada extraño y que la denunciante entró en su vivienda para comentarle a su suegra que le había ofrecido 30.000 euros al acusado a cambio de que se fuera del domicilio. “Todo el afán que tiene ella es de que él se vaya de la casa”, apuntó. “Tengo entendido, según ella, que le tiene miedo”, agregó el agente en la vista.
La magistrada titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla tendrá que dictar una sentencia.