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González asegura que se ha medido ya la cantidad de terraza que hay que cambiar para evitar filtraciones
El consejero de Fomento, Javier González, aseguró ayer que es Emvismesa la entidad que va a ayudar a los vecinos de Minas del Rif en el arreglo de la cubierta para evitar que haya filtraciones a las casas. Destacó que la empresa pública de la vivienda tiene reservado un presupuesto de 531.715 euros.
González indicó que los técnicos de Emvismesa ya midieron la cubierta. Hay 6.855 metros cuadrados de superficie, pero algunos vecinos han arreglado su parte, por lo que hay que restarle 2.837 metros cuadrados a esta actuación.
El consejero de Fomento resaltó que esta entidad pública se ha reunido en varias ocasiones con los presidentes de las comunidades de vecinos de esta urbanización para ir determinando cómo se harán las actuaciones.
González comentó que actualmente están viendo cómo devolverán los vecinos el dinero a Emvismesa. Argumentó que la entidad pública adelantará el pago y se hará cargo de la obra y del coste de los técnicos. Sin embargo, los propietarios de las viviendas de Minas del Rif tendrán que abonar luego ese coste a Emvismesa.
De hecho, hoy ya hay reuniones previstas entre los vecinos para abordar este asunto.
Sin embargo, el consejero de Fomento no pudo indicar cuándo podrían empezar las obras de reforma de la cubierta.
Los vecinos de Minas del Rif indicaron que no pueden seguir esperando más meses para que haya una intervención en el tejado del edificio porque cada vez que llueve, aunque sean cuatro gotas, aparecen nuevas humedades y goteras en sus viviendas.
El consejero de Fomento insistió en que el objetivo de la Ciudad es ayudar a esta comunidad de vecinos y reiteró que el compromiso está sobre la mesa con un presupuesto destinado para ello. Es más, argumentó que esperan pactar una forma de pago que sea lo más alargada en el tiempo que se pueda para que sen cantidades pequeñas las que deban abonar.
Problemas desde hace dos años
Los propietarios de las viviendas de Minas del Rif creen que el terremoto del 25 de enero de 2016 causó problemas en la estructura del edificio. Hasta entonces, habían tenido alguna que otra humedad en sus hogares, pero nada que fuera de gravedad. Estos pisos tienen varias décadas y es normal que con el paso del tiempo hubiera manchas en alguna parte de las viviendas o en los pasillos.
Sin embargo, cuando llegaron las lluvias en primavera, el agua empezó a calar las viviendas. Pero en esas fechas, ya no podían solicitar las ayudas del Ministerio de Fomento o de la Ciudad para los afectados por el terremoto.
Desde entonces, el número de pisos afectados por las filtraciones ha aumentado y en los que ya había humedades se ha incrementado el número de goteras hasta que en la actualidad el agua cae como si hubiera un grifo en los techos.
Estos días de lluvia han sido un ‘infierno’ para algunos de los afectados porque han tenido que achicar agua durante horas en sus viviendas. De hecho, el martes el presidente de uno de los bloques, José Antonio Muñoz, tuvo que avisar a los Bomberos para que hicieran agujeros en la cubierta para que el agua acumulada, como si hubiera varias piscinas, saliera por la fachada.