Después de pasar por Madrid, Chicago, Nueva York, San Juan de Puerto Rico, Londres y Rabat, en diciembre de 2016 (el año en el que se conmemoró el IV centenario de la muerte de Cervantes), Acción Cultural española y el Instituto Cervantes inauguraron en el Hospital del Rey la exposición Quijotes por el Mundo, que hasta ahora ha recibido una gran acogida.
La muestra, que continúa todavía y permanecerá abierta hasta abril de este año, aúna 119 ejemplares del famosísimo libro de Miguel de Cervantes que han sido publicados en 56 lenguas. Todos los libros proceden de la red de bibliotecas del Instituto Cervantes, siendo la primera vez que se consigue juntar todas estas obras en una misma exposición.
El legado que ha dejado Don Quijote en la historia de la literatura es indudable. Publicada por primera vez el 16 de enero de 1605, esta obra, considerada la primera novela de la época moderna, ha sido también clasificada por muchos como la mejor de la historia. Con toques surrealistas y construyendo un fiel retrato del paisaje castellano, Cervantes consigue que el protagonista, un ingenioso hidalgo, pasee a sus lectores por una España de otros tiempos. Sin embargo, cabe recalcar que no es la primera obra de Cervantes en la cual el paisaje y la cultura populares han sido plasmados con gran semejanza para la posteridad. La novela Rinconete y Cortadillo, que cuenta las aventuras de dos emblemáticos personajes, también nos cuenta e inmortaliza los detalles perdidos de las costumbres de la España profunda, desde los juegos de naipes más comunes, hoy denominados de otra forma, hasta las bodegas y bares tan característicos del país, hoy reemplazadas por establecimientos modernos. Y es que ese es el gran poder de la literatura: congelar el espacio y el tiempo para que siglos después sea aún posible revivir ciertos lugares y épocas.
La exposición de “Quijotes por el Mundo” también homenajea a aquellos que han traducido la obra de Cervantes en los últimos 400 años, y es que cabe recalcar que Don Quijote de la Mancha se encuentra entre las obras más traducidas y leídas del mundo (junto a la Biblia), al estar disponible en más de 140 idiomas y variedades lingüísticas.
La primera traducción de la primera parte la hizo Thomas Shelton al inglés en 1612 y dos años más tarde fue trasladada al francés por César Oudin. Entre las piezas más curiosas de la muestra se encuentran una traducción al braille y versiones infantiles de la novela, que también está disponible incluso en lenguas nativas como el quechua. Por otro lado, los visitantes también tienen la oportunidad de escuchar un capítulo del libro en 30 idiomas distintos, además de que la exposición cuenta con una sección audiovisual en la cual se muestra el largometraje de Javier Rioyo, El Quijote Cabalgando Por el Cine. Adicionalmente, están expuestos más de 20 carteles de otras versiones cinematográficas de la novela cervantina. La primera adaptación al cine de esta obra se realizó en 1903 y era una versión muda de Ferdinand Zecca y Lucien Nonguet (La Vida y Pasión de Cristo) y se llamaba Las Aventuras de Don Quijote de la Mancha.
Hasta finales de abril todavía será posible visitar esta fantástica conmemoración de la novela más famosa de Cervantes 400 años después de su aparición.