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Ayer se cumplía el XXIII aniversario de la Casa de Melilla en Barcelona y el presidente melillense, Juan José Imbroda viajó a la Ciudad Condal para asistir a la ceremonia. El acto contó con una invitada de excepción: la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat
“Los sentimientos son lo que nos une. Los que yo tengo están totalmente integrados en Cataluña. La admiro, la quiero, la amo”. Con estas palabras se dirigió el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, a los presentes en la celebración del XXIII aniversario de la fundación de la Casa de Melilla en Barcelona.
El jefe del Gobierno local acudió ayer a este acto en la Ciudad Condal, que tuvo una invitada de excepción: la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat.
Discurso del presidente
Imbroda alabó el trabajo de la ministra, catalana de Sant Sadurní d’Anoia, quien “lucha por su tierra con ideales de respeto y democracia”.
“Le agradezco su gestión en Melilla”, añadió Imbroda, pues el trabajo de Montserrat “va a posibilitar por fin un nuevo hospital”. El jefe del Gobierno local definió a la titular de sanidad como “una gran gestora”. “Gracias por lo que has hecho por Melilla y por España”, destacó.
Imbroda no olvidó mencionar los vínculos entre Melilla y Cataluña. “Barcelona es una ciudad receptora de emigrantes”, señaló, pero también resaltó que “a principios del siglo XX fueron muchos catalanes a Melilla”. Entre ellos destacó a Enrique Nieto, el arquitecto que impulsó el estilo modernista en los edificios de nuestra ciudad.
“Hay tradición de Cataluña en Melilla en arquitectura, urbanismo, sentimiento y cultura. He sentido Cataluña como cosa propia”, subrayó Imbroda.
El presidente melillense también destacó la situación política existente a causa del desafío secesionista catalán, “una historia de despropósitos que nunca tuvo que haber arrancado” y que “se ha empezado a reconducir”.
Asimismo, recordó que estaba en el Senado cuando se aprobó la activación del artículo 155 de la Constitución, que intervenía la autonomía catalana. “Yo no tenía motivo de alegría, sino de desazón”, afirmó Imbroda sobre la medida adoptada.
Melilla, cerca en el corazón
Por su parte, Dolors Montserrat proclamó: “Melilla está lejos en la distancia, pero muy cerca de nuestros corazones”. La titular de sanidad afirmó haber quedado “prendada” de Melilla cuando la visitó. “Pasear por sus calles es tan agradable como hacerlo por el Paseo de Gracia”, dijo.
La ministra señaló que la construcción del hospital era “una deuda pendiente de España con Melilla”. “Esta semana pasada hemos empezado las obras”, recordó, y confió en que estén terminadas, “si Dios quiere”, cuando acabe la legislatura”.
Ayer era el día internacional contra la violencia de género, por lo que Montserrat concluyó con unas palabras subrayando el trabajo “duro” contra las agresiones machistas. “Sólo terminaremos con esta lacra cuando nos impliquemos al 100%”, concluyó.