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La institución aboga por profundizar en la cooperación entre administraciones y el colectivo Feafes
El Faro melillA
Mañana martes se celebra el Día Mundial de la Salud Mental y para esta edición, el lema elegido es: ‘La salud mental en el trabajo’. El Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA) en Melilla, aboga por profundizar en la cooperación entre las administraciones y Feafes, la federación que aglutina a los familiares y personas con enfermedad mental, según señaló en un comunicado. La institución reconoció que, aunque no ha podido dar aún una “satisfactoria respuesta” a las urgencias planteadas por los pacientes agudos, “por la insuficiente infraestructura hospitalaria fundamentalmente”, en cambio, ha dado en los últimos años “pasos importantes en la Unidad de Salud Mental”.
Puso como ejemplo de ello el “importante incremento en su dotación de profesionales”. “No obstante, se debe de seguir en esa tendencia para alcanzar las ratios de los países de nuestro entorno socioeconómico”, apuntó.
Respecto a las camas destinadas a salud mental, el Ingesa afirma que se está más cerca de esas ratios “gracias a la inestimable colaboración de la Ciudad Autónoma, a través de los convenios con centros peninsulares de la Consejería de Bienestar Social”.
“No obstante, sus responsables, con el apoyo desde Ingesa, comparten el objetivo estratégico de crear en Melilla un centro polivalente que cubra el mayor espectro posible de las necesidades de estos pacientes y de sus familias”, indican en el comunicado.
Según la nota, el ámbito de la asistencia y atención a las personas con trastornos mentales en Melilla descansa sobre tres pilares: Ingesa, Ciudad Autónoma y Feafes en Melilla. “El papel que juega hoy por hoy es imprescindible e insustituible en Melilla y, por ello, desde aquí, con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, se le desea reconocer públicamente su inestimable función y se le reitera el deseo de la mayor colaboración posible”, se apunta desde la institución.
En el trabajo
Cabe recordar que con el lema elegido este año para conmemorar este día se persigue concienciar sobre los problemas de salud mental ligados a este ámbito, que “la globalización de la economía y, con ella, el tipo de regulación del mercado laboral que se deriva, parecen haber contribuido a la generación de estos trastornos en dicha esfera”.
No en vano, se debe recordar que el Día Mundial de la Salud se dedicó este año a la depresión, que en el trabajo es una de las causas principales, entre otros efectos, de descenso de la productividad, baja por enfermedad e incluso jubilación prematura; por ello, la inversión en salud mental beneficia el desarrollo económico y, con ello, social.
Apoyan esto datos como que la prevalencia de los trastornos mentales en Europa supone más del 12,5% de todas las patologías, y que son la causa más habitual de enfermedad. Ya constaba en el Estudio ESEMeD-España (2006) que a lo largo de su vida el 19,5% de las personas presentaba un trastorno mental. La Confederación Española de Agrupaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental cifró en más de un millón de españoles los que padecían un trastorno mental grave, y menos de la mitad recibían apoyo psicológico y rehabilitación. Hoy se estima que el dato real puede llegar hasta el 26%.
Factores de riesgo
El Plan Estratégico 2014-2016 elaborado por el Centro de Investigación Biomédica en Red (del Ministerio de Economía y Competitividad) recogía que los factores de riesgo determinantes para la salud mental de la población son la pobreza, el bajo nivel de educación/analfabetismo, situación de privación económica, altos niveles de deudas, desnutrición infantil, abusos, una infancia difícil, falta de vínculos paternos, problemas de salud mental intergeneracionales, desempleo, inseguridad laboral, estrés laboral y abuso de drogas, alcohol y otras sustancias. “Varios de ellos claramente agravados en periodos de crisis económicas, a lo que se une el que continúan siendo obstáculos el estigma y la falta de conciencia, para afrontar el tema en el lugar de trabajo”, señala el comunicado.
Por lo tanto, es “imprescindible” que se dediquen los recursos necesarios, tanto humanos como de infraestructuras, para la esfera de la salud mental.
El Ministerio de Sanidad, en desarrollo de la Estrategia Salud Mental, elaboró y distribuyó en 2014 el documento ‘Difusión de la estrategia en salud mental del SNS y formación a profesionales’; entre sus puntos clave citaba el actuar frente a la discriminación social de las personas que padecen un trastorno mental y promover medidas rehabilitadoras y de inserción sociolaboral.