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El conjunto azulino tiene mayor posesión del balón en la primera mitad, aunque le falta mordiente de cara al gol
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Iván Agudo marca el único gol del partido y que supone la eliminación del torneo del K.O. de los azulinos
La Unión Deportiva Melilla se despidió a las primeras de cambio de la presente edición de la Copa del Rey al perder en la primera eliminatoria, disputada en Lleida a partido único. Un solitario gol leridano sirvió al cuadro catalán para pasar ronda y apeó a los melillenses de la competición del KO. El partido notoriamente aburrido y pasó el equipo que mostró un mínimo más de acierto que el rival.
El conjunto de Manolo Herrero fue el primero en avisar con cierto peligro. Pasado el minuto cinco Yacine remató de cabeza, por encima del larguero, un centro medido de Pedro Vázquez que entró solo por la banda izquierda del ataque blanco.
El Lleida tardó en reaccionar y lo hizo de manera muy tímida. Superado el cuarto de hora de juego, una buena triangulación de los catalanes, la finalizó Iván Agudo con un disparo lejano que salió desviado a la izquierda de la meta defendida por Dani Barrio.
Tras los primeros veinte minutos de mucho tanteo y temor a encajar más, el partido ganó en velocidad y en dinamismo. Fue un mero espejismo. El juego fue más rápido pero sin ocasiones claras ni profundidad por parte de ninguno de los dos conjuntos.
Solo en la recta final del primer acto Lolo Garrido fue el primero en ver puerta con un disparo centrado desde la frontal del área que fue a las manos de Diego Rivas, que blocó sin problemas. El primer tiro entre los tres palos llegó a 90 segundos del pitido que envió a los equipos a los vestuarios para el tiempo de descanso. Partido insulso y con muy poca garra por parte de ambos contendientes.
El segundo acto arrancó con la misma tónica que acabó el primer acto. Mucho ruido y pocas nueces. A los cinco minutos, Rubén Martínez intentó sorprender al portero ilerdense con un disparo lejano, que no llegó ni a inquietar a un Diego Rivas que acompañó con la mirada como el tiro del melillense se perdía lejos del marco local.
Al cuarto de hora de la reanudación llegó la jugada polémica del partido. Una falta en la frontal del área, exigida por los locales como penalti sobre Moustapha, supuso la primera gran aproximación de los azules. El especialista local Javi López envió el balón al travesaño en un gran disparo ante el que nada pudo hacer Dani Barrio, más que ver cómo la madera impidió el gol del equipo local.
La jugada espoleó a los pupilos de Gerard Albadalejo, que dos minutos después, volvieron a buscar el gol con ganas. Una nueva aproximación local sirvió para que Iván Agudo lo intentara desde 25 metros, pero su disparo salió cerca del palo derecho de Dani Barrio. Estas dos acciones hicieron despertar al público azul, que hasta el momento parecía aletargado.
Los hombres de Manolo Herrero no cedieron al ímpetu catalán y tras una buen combinación por banda derecha Pedro Vázquez lo intentó con un remate de cabeza que salió desviado al palo largo de la meta leridana.
El jarro de agua fría para los norteafricanos fue el gol local. Una jugada bien trenzada por la banda derecha de los catalanes la finalizó Iván Agudo con un disparo a bocajarro tras un primer rechace de Dani Barrio a un primer disparo de Jorge Félix, jugador que acababa de entrar el terreno de juego en el mismo minuto del gol.
Tras el gol, llegó el trasiego en los banquillos. Manolo Herrero movió ficha con hombres de ataque, y su homólogo leridano con un defensor más. Con el Melilla ya jugando a la desesperada, llegó la primera gran ocasión para sentenciar el choque. Un centro desde la derecha de Jorge Félix, que ganó la línea de fondo, lo remató de cabeza Javi López ante un Dani Barrio que se lució para evitar el segundo tanto catalán.
Solo de estrategia creó peligro el conjunto melillense. Una falta muy lejana lanzada con potencia por Yacine a cinco minuto del final y que salió cerca del palo izquierdo de la portería de Diego Rivas fue de los pocos recursos de qué dispuso el equipo de Herrero para lograr el empate y forzar la prórroga.
Le respuesta leridana fue casi la definitiva. Una carrera de Mousa por la izquierda acabó con un centro al área que recogió Javi López, que disparó mal. Su tiro rechazado llegó a las botas de Valiente que, solo ante Dani Barrió, estrelló el balón en el cuerpo del meta en una nueva ocasión para sentenciar la eliminatoria para sus intereses.