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Recibió el galardón a la mejor serie limitada por su obra ‘La Visión’ en la entrega de los Premios Eisner
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Actualmente trabaja dibujando franquicias de superhéroes para Marvel
El arte de dibujar corre por las venas del melillense Gabriel Hernández Walta, quien ganó el Premio Eisner a la mejor serie limitada el pasado mes de julio por su obra ‘La Visión’. Este galardón, considerado como ‘el Óscar del cómic’, se entregó en la ciudad estadounidense de San Diego durante la celebración de la Comic-Con, el macroevento de cultura popular que recoge los Eisner como uno de los reconocimientos más importantes de la industria del cómic.
Hernández Walta ha dejado de dibujar por unos minutos para atender la llamada de El Faro y explicar así qué supone para él este reconocimiento en su carrera. El artista recibe la llamada de este diario con alegría, por recordarle su infancia en la ciudad autónoma, según dice.
–Enhorabuena por el premio. ¿Qué supone para usted recibir este galardón?
–Supone un gran reconocimiento como profesional. Es una gran recompensa recibir un premio así. Mi nombre estaba en la lista de los candidatos y aunque pudiera sonar mucho entre los elegidos, uno nunca está seguro de que realmente pueda ser el ganador. Cuando fui nominado, no pensaba que fuera a ganar.
Cualquier persona que lea ‘La Visión’ puede seguir
la trama sin tener que conocer a ningún otro superhéroe
–¿Qué es lo que ha gustado tanto de ‘La Visión’?
–El mercado del tebeo es enorme en los Estados Unidos. Se publican cientos de nuevos cómics al mes. La compañía Marvel tiene muchos productos de superhéroes y ‘La Visión’ sigue este género en una línea más tradicional, pero diferente a las demás franquicias que están actualmente de moda. La historia del superhéroe de ‘La Visión’ es distinta a las demás. Cualquier persona, tanto aficionados al mundo del cómic como lectores ocasionales, pueden seguir la trama sin tener que conocer a ningún otro superhéroe de historias paralelas.
–¿Qué proyecto tiene actualmente entre manos?
–Llevo cuatro años trabajando para Marvel con un contrato de exclusividad. Ellos me proponen un proyecto y yo lo desarrollo. A día de hoy estoy inmerso en el dibujo del primer número del cómic de ‘Doctor Extraño’, que hago en colaboración con el guionista Donny Cates. Este tebeo es una serie cerrada en cinco números, con unas 20 páginas por número, un total de 100.
–¿Ha pensado en trabajar de forma independiente?
–De momento renovaré el contrato con Marvel durante otros dos años. Lo bueno de trabajar con esta compañía es la distribución de los cómics, el nombre que ganas y la retribución. Sin embargo, ellos se quedan con la propiedad intelectual. Yo soy un artista autónomo y sí que me gustaría tratar de conseguir mis propios derechos de propiedad intelectual para poder asegurarme la pensión.
–Recapitulemos un poco. ¿Cuándo comenzó su interés por dibujar cómics?
–Mi padre era pintor y desde que nací en Melilla estuve inmerso en un ambiente muy artístico, siempre rodeado de los trabajos de mi padre y de su material de pintura y dibujo. La verdad es que nunca me planteé otra cosa, nací siendo dibujante de cómics y mi familia siempre me apoyó para llevar a cabo mi sueño.
Recuerdo que pasé mi infancia en casa de mis abuelos,
dibujando en Melilla, durante muchos veranos”
–¿Melilla le ayudó a orientar su pasión hacia su trabajo?
–Cuando era pequeño veraneaba todos los años en Melilla, ya que allí vivían mis abuelos paternos. El verano lo identifico con dibujar y con Melilla. Recuerdo que pasé mi infancia en casa de mis abuelos, dibujando. Me marcó mucho un cómic que compré con mi hermana en el quiosco que está en la puerta del Parque Hernández. Era un tebeo de ‘Dare Devil’, tendría yo unos 10 años y me gustó mucho. Creo que aquel verano me lo leí unas 700 veces. Cuando fallecieron mis abuelos, perdí el contacto con mi ciudad natal, pero volví a visitarla durante mi adolescencia. Tengo pendiente regresar aunque sea a pasar unos días, para que mi mujer y mi hija conozcan mi ciudad. Me gustaría mucho, sinceramente.
–¿Cómo recondujo esta pasión por el dibujo hacia el ámbito profesional?
–Cuando era muy pequeño, nos mudamos a Málaga, donde pasé mi infancia y juventud. En Granada estudié la carrera de Bellas Artes y al acabarla trabajé durante seis o siete años como pintor. Exponía algunas pinturas y comencé a trabajar como ilustrador para editoriales infantiles como Anagrama y Edelvives. Tras estos años, me presenté al concurso de dibujo Injuve. Al ganar con mis ilustraciones, di el paso hacia el mundo del dibujo del cómic profesional con más experiencia y contactos.
–¿Cómo comenzó a trabajar en el mercado norteamericano con Marvel?
–Entré en contacto con el conocido guionista El Torres y con él elaboré dos cómics que posteriormente se han considerado de culto, sobre todo en España, a pesar de que aquí nos rechazaron su publicación y lo conseguimos colocar en Estados Unidos. Uno de ellos es ‘El Velo’ (2009, IDW) y el otro es ‘El bosque de los suicidas’ (2011, Dibbuks). La verdad es que fue toda una experiencia hacer el tebeo que queríamos y prácticamente por amor al arte. Nos reuníamos y discutíamos el guión. Con estas dos publicaciones en el mercado estadounidense, pude abrirme hueco y empezar con Marvel poco a poco.
Empecé a publicar en Estados Unidos después
de que me rechazaran algunos cómics en España”
–¿Hay algún personaje, algún superhéroe que quiera dibujar y de momento no haya podido?
–Me interesa más dibujar la historia que un personaje en sí. Por ejemplo, no me gusta el personaje de ‘La Visión’, pero sí la historia. Un personaje como Superman no me gusta, pero hay cómics que sí. Depende mayormente de la historia, pero alguna espinita que tengo clavada es la posibilidad de dibujar adaptaciones del escritor Julio Cortázar.
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