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Esperan que Pedro Sánchez lleve personalmente el caso, como les prometió en Melilla
El domingo no fue un día festivo para los familiares de Emin y Pisly, sino más bien todo lo contrario. Como les viene ocurriendo a estos melillenses desde octubre de 2013, las fechas señaladas son aún más duras. Los padres de los dos muchachos pasaron el final de Ramadán en el cementerio, recordando los tiempos en los que esta jornada era una celebración real.
Abdeslam Ahmed, padre de Pisly, aseguraba ayer que en épocas como la de Ramadán viven momentos muy duros. Cada vez que se sientan a la mesa a romper el ayuno son aún más conscientes de lo grande que es la ausencia de sus hijos. No es que el resto del año no lo recuerden, es que en estos días el dolor es aún mayor.
Los años pasan y estos padres incansables continúan con una lucha que por el momento apenas ha dado fruto. Ellos siempre lo han dicho, aunque se queden solos seguirán yendo cada mes a la puerta de la Asamblea a recordar lo ocurrido y a pedir que se haga justicia. No les importa si junto a ellos hay cientos de personas, como la primera vez que salieron a recorrer las calles de la ciudad unos días después del suceso, o apenas unas decenas. Tienen claro que lo que piden es justo y van a seguir luchando.
Los dos hombres reivindican al Gobierno más ayuda. Han conseguido que el asunto llegue al Congreso y confían en que el ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, comparezca para dar explicaciones sobre cómo está el caso. Además, señala que Pedro Sánchez se comprometió con ellos en su última visita a Melilla en llevar personalmente el seguimiento del caso, y espera que sea así.
El padre de Pisly insistió en que lo único que han pedido en este tiempo es que se haga justicia, que los culpables de la muerte de los dos jóvenes estén en el banquillo.
Los familiares de estos muchachos se sienten defraudados por el Ejecutivo local y central, porque consideran que no han defendido sus intereses. Lamentan que ni los senadores ni la diputada por Melilla hayan preguntado por el caso.
“El dolor que tenemos nosotros es el mismo que si esto hubiera sucedido ayer”, aseveró Driss Mohamed, el padre de Emin, que siente que todos los responsables políticos que han pasado por nuestra ciudad “se han reído de ellos”. “Esto es un caso humano, lo único que queremos es poder descansar”, asevera.