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Entre los ocupantes había un niño de sólo tres años. El patrón de la embarcación también fue arrestado. El subsahariano que rompió la lancha, instó, además, al resto de personas a tirarse al agua
Un inmigrante fue ayer detenido por rajar una patera neumática en la que viajaba él mismo, con una treintena de personas, entre ellos un niño de sólo 3 años, e instigarlos a lanzarse al agua como forma de rebelión contra los agentes de la Guardia Civil que acudieron al rescate. El hombre, que fue puesto a disposición judicial, está acusado de resistencia a la autoridad e inducción al riesgo extremo para la vida de los ocupantes de la embarcación. La Delegación del Gobierno apuntó en una nota de prensa que su actuación podría encuadrarse en un presunto delito de homicidio en grado de tentativa. Junto a él también fue arrestado el patrón de la patera.
El rescate de la embarcación se produjo alrededor de las 5:50 horas en las proximidades de la playa de Horcas Coloradas. Los GEAS (Grupos Especiales de Actividades Subacuáticas) de la Guardia Civil fueron los encargados de la actuación, una operación calificada por la Delegación como “una de las más difíciles y estresantes” a las que han tenido que enfrentarse los agentes en Melilla en los últimos años.
A bordo de la patera iban un total de 30 inmigrantes de origen subsaharianos entre los que había 5 mujeres y dos menores, uno de 3 años y otro de 17. La embarcación fue avistada por el dispositivo anti intrusión de la Benemérita cuando se estaba acercando a la costa melillense. En el momento en que los agentes se acercaron, uno de los inmigrantes que mantenía una conversación por móvil optó por rajar la barca neumática y comenzó a gritar “incitando al resto de los ocupantes a la rebelión y forzándoles a que se tiraran al agua”.
Casi todos en el agua
La lancha no se hundió, pero la mayoría de los inmigrantes tuvieron que ser rescatados por tirarse por la borda a pesar de las malas condiciones del mar y los fuertes vientos que azotaban la costa durante la madrugada.
La Guardia Civil pudo finalmente rescatar en buen estado a todos los inmigrantes, a los que se prestó asistencia sanitaria por parte de los servicios de la Cruz Roja que habían trasladado hasta el lugar de los hechos dos ambulancias. Sólo una de las mujeres, con un cuadro de ansiedad y síntomas de hipotermia, tuvo que ser trasladada al Hospital Comarcal para ser atendida.
Tanto el patrón como el inmigrante que actuó como instigador fueron detenidos y puestos a disposición judicial. El resto de los ocupantes de la patera fueron trasladados al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), donde se procedió a su reseña y se identificó a los menores.
Momentos de pánico y confusión al no ver al pequeño de tres años
Uno de los momentos más complicados del rescate se produjo cuando, en mitad de la confusión y los gritos de los inmigrantes, se perdió la pista del bebé de 3 años que viajaba en la embarcación. La escasa visibilidad que había en la zona impedía que pudieran localizarlo, aunque finalmente fue rescatado al igual que el resto de los inmigrantes. La Delegación del Gobierno apuntó ayer en su nota de prensa que el pequeño incluso llegó a ser objeto de amenazas iniciales con ademanes de lanzarlo al agua, como ocurrió con gran parte de los ocupantes de la lancha que tuvieron que ser rescatados del mar por los guardias civiles que participaron en esta operación.