Con el transcurso de los días, los nombres de Sheyla Gutiérrez y Alonso Trujillo serán cada vez más familiares.
El pasado sábado, estos jóvenes, ambos de 18 años, fueron nombrados Miss y Míster Fiestas Patronales 2016 y aunque la gala ya forma parte del pasado su carrera no ha hecho más que empezar.
A partir de ahora les espera un un intenso año por delante siendo los representantes de su ciudad. Además, en 2017, tendrán que ir al certamen de Miss y Míster World España. Su juventud y belleza es la envidia de todos los maniquíes veteranos, pero Gutiérrez asegura que la distinción no le hará cambiar. "Soy la misma chica, pero con una banda y una corona", contó ayer a El Faro.
Huir de etiquetas
La joven no está dispuesta a seguir un guión. Huye de las etiquetas y los estereotipos, aunque reconoce que el título de Miss 2016 le puede abrir muchas puertas. "Es un premio muy importante y te ayuda para darte a conocer.
A pesar de los "lados oscuros" de la moda asegura que le apasiona este mundo y que precisamente durante el concurso el término competividad era palabra tabú. "Todos nos hemos ayudado, nos hemos hecho buenos amigos", señaló. "Aunque durante la feria para determinados actos sólo seremos llamados los que hayamos obtenido un título, siempre queremos acudir todos en conjunto", continuó.
Un sueño
Alonso Trujillo, Míster 2016, dijo ayer a este periódico que aún no se creía que ahora forme parte del reino de las bellezas de su ciudad. "Poco a poco lo voy asimilando, sobre todo hoy (ayer) cuando me he despertado y he visto la banda de Míster en mi habitación", explicó.
Trujillo ha entrado por la puerta grande y ha dado el primer paso para hacer realidad uno de sus sueños: "Dedicarme de forma plena a la moda". Ve en este mundo una alternativa atractiva a su actual profesión. "Por motivos personales y porque mi madre está mayor tuve que dejar mis estudios y dedicarme a la venta de ropa en el mercadillo", dijo.
Con su corta edad sorprende su madurez, fuerza y tesón. Pronto sus fotos y las de Sheyla Gutiérrez quedarán en la retina del imaginario colectivo.