En días tan especiales como éste, la emoción y los recuerdos invaden a los fieles que se acercaron a ver la procesión de la Virgen del Carmen.
Ayer, durante la salida, fueron muchas las personas que no pudieron evitar emocionarse al ver un año más a la Patrona de los marineros salir a bendecir sus calles y sus mares. Encarna Gómez es una de esas personas. Ha vuelto a ver esta procesión después mucho tiempo.
“He visto a la Virgen después de 42 años. Es muy grande. Estoy muy emocionada”, confesó esta devota melillense, que volvió a ver esta procesión después de marcharse hace muchos años hasta Barcelona. “Mi madre nos cortaba los vestidos de la comunión e íbamos en el barco de mi padre a acompañar a la Virgen”, explicó.
Vivía en el barrio de Corea y después de tanto tiempo “tenía que venir” a ver a la Virgen del Carmen. También así de emocionada lo recibió Antonia López. “Como todos los años lo vivo con mucha emoción. Esto es lo más grande que tenemos”, aseguró. Llegan muchos recuerdos a la mente y muchos momentos de sufrimiento. “Tengo problemas familiares y eso hace que me emocione más al verla”, señaló.
La advocación de la Virgen del Monte del Carmelo está unida a los pescadores desde siempre. “Aunque la flota pesquera ya hace muchos años que se perdió en la ciudad, todavía quedan muchos familiares directos de aquellos pescadores. Por lo tanto, la ilusión sigue ahí y la Virgen es muy venerada en el barrio del Hipódromo”, explicó el presidente de la asociación de este barrio.
A lo largo de todo el trayecto era muy fácil encontrarse a personas que siguieron emocionadas este procesión.