Un estudio de la Universidad Autónoma de Madrid analiza peculiaridades de las dos ciudades que han hecho que se piense que el riesgo yihadista es más elevado que en otros puntos del país
¿Hay más riesgo yihadista en Melilla y Ceuta que en otros puntos de la geografía española? Un estudio empírico del profesor Luis de la Corte de la Universidad Autónoma de Madrid ha tratado de responder a esta cuestión analizando por un lado las características de las dos ciudades autónomas y por otro el número de operaciones policiales relacionadas con este tipo de terrorismo que se han desarrollado en las dos regiones en los últimos veinte años. Los autores de la investigación han confrontado una serie de hipótesis con las cifras de la Policía y han tratado de establecer una relación, eso sí, siempre bajo el prisma de que ninguna de las conclusiones puede ser tomada como una verdad absoluta. De la Corte apunta que la amenaza existe, pero que en ocasiones está sobreestimada. Nivel de afectación superior El estudio indica que una vez analizados los datos se puede verificar la hipótesis que apunta que existe un nivel de afectación yihadista en Melilla y Ceuta superior al detectado de media en otras localidades españolas. Eso sí, también indica que, aunque las dos regiones han sido ya contempladas como escenario de posibles ataques, no está claro que el riesgo de sufrir un atentado sea mayor que en el que se afronta en otros puntos de nuestro país. Los factores que consideran más verosímiles a la hora de explicar que las dos ciudades estén más afectadas que otras por el problema yihadista son principalmente tres: el alto porcentaje de población musulmana (51% en Melilla y 43% en Ceuta), las precarias condiciones económicas, sociales y de marginalidad bajo los que se encuentran amplos segmentos de estas comunidades musulmanas y las “tensiones identitarias” que afectan a estos mismos grupos de población especialmente en el caso de las denominadas “segundas generaciones fallidas”, es decir, hijos o nietos de inmigrantes marroquíes que viven en alguna de las dos ciudades. Más población musulmana El informe señala que estadísticamente se ha comprobado que es correcto estimar el riesgo de afectación yihadista de un territorio a partir del volumen de población musulmana ya que es en estas comunidades donde los yihadistas buscan y encuentran a la mayoría de sus seguidores, colaboradores y simpatizantes. No obstante, también se advierte de que no siempre es así y se pone como ejemplo el caso de Alemania, que aunque es la segunda nación europea con más habitantes de confesión islámica han tenido menos problemas yihadistas que en otros países. El desempleo y la precariedad económica es otro de los factores que analizan en alusión a la marginalidad que se vive en los barrios de la Cañada de Hidum y El Príncipe, dos enclaves que en el informe se definen como “escenarios privilegiados para el desarrollo de las actividades delictivas vinculadas al yihadismo”. Aunque, al igual que en el otro parámetro también se advierte de que el radicalismo no sólo afecta a personas con dificultades económicas o de barrios deprimidos. El tercer aspecto que analiza son las dificultades de integración de las segundas generaciones especialmente propensas a desarrollar sentimientos de desarraigo y autopercibirse como ciudadanos de segunda categoría, algo que puede dar lugar a problemas de identidad. Teniendo en cuenta que casi todos los españoles radicalizados en ambas ciudades son descendientes de inmigrantes llegados en una o dos generaciones anteriores parece lógico relacionar ambas cuestiones. Los riesgos existían antes En cualquier caso, el informe pone sobre la mesa que estos factores de riesgo existían en Melilla y Ceuta antes de comenzar a producirse las primeras detenciones dentro de las operaciones yihadistas desarrolladas en ambas ciudades. Entre 1995 y 2003 en España se realizaron 19 operaciones yihadistas, ninguna de ellas en Melilla y Ceuta. No es hasta 2005 cuando este fenómeno llega a las dos ciudades, por lo tanto se trata de un asunto complejo de analizar.
¿Que pasaría si retornan algunos combatientes?
El informe de Manuel de la Corte indica en sus conclusiones que la preocupación por este fenómeno en ambas ciudades está justificado, aunque también apunta que el alcance de la amenaza puede haber sido “sobreestimado” en cierta medida. En este sentido, explica que pese a que Melilla y Ceuta llevan bastantes años expuestos a un riesgo distinto y superior al que afrontan otras regiones sólo recientemente se ha experimentado un incremento sustancial de la presencia activa de agentes y estructuras extremistas conectadas con el movimiento yihadista. Eso sí, como nuevo riesgo apunta que la posibilidad del retorno de combatientes extranjeros no identificados por las autoridades es un elemento que podría dar continuidad al problema e incluso provocar alguna expresión nueva. Al responsable del estudio le resulta complicado vaticinar si el problema se mantendrá mientras los conflictos de Siria e Irak continúen activos o no.
Melilla y Ceuta, ¿demasiado interesantes para realizar un ataque terrorista?
El estudio del profesor Luis de la Corte de la Universidad Autónoma de Madrid señala que hay ocasiones en las que un territorio queda exento de padecer acciones violentas como consecuencia del interés en aprovechar otras oportunidades que ese mismo espacio ofrece. En este punto, indica que dada la variedad de las tareas desempeñadas por las redes en Melilla y Ceuta podría aplicarse esta tesis en ambas ciudades. Como ejemplos de esas utilidades se refiere intento de usar Melilla como refugio. Asimismo, resalta que ambas ciudades han funcionado como importantes nodos de radicalización y escenarios de adoctrinamiento, captación y reclutamiento con fines terroristas. También destaca la “intensa labor de comunicación y movilización” realizada por algunos de los captadores involucrados. Como ejemplo pone el entramado desarticulado en la operación Cesto, simultáneamente establecido en las ciudades de Ceuta y Castillejos (Marruecos). De hecho, indica que se han convertido en puntos de exportación de voluntarios a frentes de la yihad sólo superados por Barcelona, con cifras que podrían oscilar entre muchas decenas y una o varias centenas.