Esta semana se ha dado un paso fundamental para la mejora del tránsito de peatones y vehículos entre Melilla y Marruecos. Hace dos días, el Ministerio del Interior sacó a licitación las obras de modernización del puesto fronterizo de Farhana.
Desde el propio ministerio se ha reconocido que ese paso se había quedado “obsoleto” en lo referido a su distribución, lo que se ha debido en buena parte al “uso intensivo” que los melillenses y los marroquíes hacen del mismo.
El contrato de las obras de reforma del puesto de Farhana tendrá un precio de casi 830.000 euros. De esa cantidad se abonarán más de 620.000 durante el año en curso, mientras que el resto se pagará a lo largo de 2017.
Se espera que los trabajos de remodelación de la frontera den comienzo el próximo 1 de agosto. La reforma incluirá la ampliación del número de carriles de entrada a suelo español, que serán tres. Aparte, se incorporará un carril adicional que será de gran ayuda para evitar o reducir los atascos de vehículos.
Asimismo, se instalarán una gran marquesina, que dará sombra al área de control de documentación y de aduanas, y una cabina doble para la Guardia Civil.
Aparte, se construirá un nuevo edificio de oficinas que contará con todos los adelantos para que el trabajo fronterizo se lleve a cabo en las mejores condiciones.
La modernización de la frontera de Farhana era una antigua reivindicación de la Benemérita y la Policía Nacional. Aunque se celebra el próximo inicio de las obras, desde los sindicatos de ambos Cuerpos se preguntan qué va a pasar hasta que llegue ese momento, para el que faltan casi cinco meses.
La asociación de comerciantes Acsemel ha afirmado que el paso de Farhana “está peor que nunca” y que el de Beni Enzar “se está saturando”.
La situación es la que es y el arranque de las obras de mejora es necesario. Es de desear que las obras comiencen en el plazo fijado del 1 de agosto del presente año y que esa fecha no sea pospuesta. De hecho, el arranque de los trabajos estaba previsto para finales de 2015, según anunció hace meses el delegado del Gobierno, pero algunos contratiempos lo han pospuesto hasta agosto de este año.
Con la salida a concurso esta semana, el Gobierno central demuestra que tiene a Melilla en mente y que una de las mayores necesidades de sus ciudadanos es que exista un tráfico fluido en los puestos fronterizos.