El presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, firmó ayer un protocolo con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, para que las ayudas a los afectados por el terremoto del pasado 25 de enero lleguen lo antes posible a la ciudad.
Imbroda destacó que éste es el primer paso porque hay que redactar un Real Decreto que “permita crear instrumentos flexibles para que el dinero vaya a los damnificados en el menor tiempo.
En relación a este tema, el vicepresidente primero y consejero de Medio Ambiente, Manuel Ángel Quevedo, explicó que hay una serie de “especificidades” que no se pueden llevar a cabo a la hora de gestionar las ayudas que vengan del Gobierno central si no se realiza un Real Decreto.
Quevedo subrayó que ya están trabajando en este texto porque la idea es que pueda estar aprobado en dos semanas y antes de que pueda producirse un cambio en el Ejecutivo central. De ahí, que parte de este texto ya haya sido revisado por el Ministerio de Hacienda.
Por qué un real decreto
El consejero destacó que el Real Decreto actual 307/2005 que facilita las ayudas ante catástrofes como el terremoto que sufrió Melilla, no permite al Gobierno local administrar el dinero, algo que es una novedad a nivel estatal. De ahí que necesiten una normativa del mismo rango, otro Real Decreto, para incluir las especificidades de la ciudad.
También facilitará que el Ejecutivo local pueda ofrecer ayudas económicas a familias que no tengan la titularidad de la casa, pero que pueden aportar algún documento que certifique que están viviendo en ese inmueble desde hace tiempo, como los recibos de la luz o el agua.