Arquitectos indican al dueño del local que han de ser derribados “por seguridad".
El empresario Carlos Lalchandani, propietario del garaje de automoviles cuya pared se derrumbó en el mediodía del domingo, informó ayer a El Faro de que el muro afectado será demolido por completo, así como los otros dos tabiques que rodean la cochera.
“Nos hemos reunido con los arquitectos desde primera hora de esta mañana (por la de ayer)”, explicó Carlos Lalchandani. “El primer paso a dar será derribar el muro que cayó más los dos laterales”, añadió.
La pared afectada por el derrumbe fue la que mira a la calle Carlos V. Tras el suceso, ocho vehículos estacionados en esa vía quedaron severamente dañados, al venírseles encima los escombros. Varios de ellos tenían los techos hundidos y las lunas delanteras rotas.
Lalchandani subrayó que los arquitectos expresaron la necesidad de derribar asimismo la pared que da a la calle Marqués de los Vélez, muro que forma ángulo recto con el afectado. Aparte, el tabique que mira a la calle Comandante García Morato, frente a la pared derrumbada, será igualmente demolido por cuestiones de “seguridad”.
El domingo, aproximadamente hora y media después del derrumbe, los Bomberos procedieron a la demolición controlada de la parte de la pared que había quedado en pie justo al lado de lo que se había caído. De esta forma, se evitaba el riesgo de nuevos desprendimientos.
A la espera del perito
En cuanto a la indemnización a los propietarios de los automóviles que sufrieron desperfectos como consecuencia del derrumbe, Carlos Lalchandani señaló que “está en contacto con la compañía de seguros” y se encuentra pendiente de que venga un perito que valore los daños.
“Estamos a la espera de que venga. Pienso que será cuanto antes”, subrayó este conocido empresario melillense.
Lalchandani gestiona los concesionarios de Toyota y Honda de la ciudad. En el garaje donde se produjo el derrumbe, se guardan varios de los coches que después son llevados a los concesionarios.
Efecto del terremoto
Según declaró el empresario a El Faro el mismo día del suceso, la pared que se vino abajo había quedado dañada por el terremoto que golpeó Melilla el pasado 25 de enero, por lo que dio aviso a los técnicos para que la examinaran.
Así, mostró su convencimiento en que los efectos del seísmo, junto con los fuertes vientos que soplaron ayer en Melilla, fueron los detonantes del accidente.