El inmueble intervenido mostraba grietas en el techo de su última planta.
Una semana después del terremoto, el Cuerpo de Bomberos de Melilla continúa saneando muchos de los inmuebles afectados por la sacudida. Ayer tuvieron que acudir en dos ocasiones a la calle Castelar, donde sanearon el interior de una vivienda y apuntalaron en el edificio de enfrente un balcón cuyo estado amenazaba con un desprendimiento.
Alrededor de las 14:00 horas, tres agentes se desplazaron con un coche escala al número 3 de la citada calle. En el interior, el techo de la última planta presentaba grietas de gran longitud que hacían necesaria una intervención.
Tras efectuar los trabajos necesarios, los Bomberos se dirigieron al inmueble de enfrente, al que se encaramaron gracias al coche escala para observar de cerca las grietas de su fachada.
Aunque en ese momento los agentes no realizaron ningún tipo de saneamiento, alrededor de las 20:00 una nueva dotación del Cuerpo regresó al lugar para apuntalar un balcón cubierto de la primera planta, cuyo aspecto mostraba signos de deterioro.
El edificio intervenido ya contaba con vallas para evitar el paso de los transeúntes junto al mismo. Después de apuntalar el balcón, los Bomberos ampliaron la zona vallada, que ahora cubre por completo el local comercial de la planta baja.