Es uno de los protagonistas de ‘El eunuco’, la alocada comedia que se estrena esta noche en el Kursaal (21:00 horas) “Pensábamos en una gira de dos meses y llevamos casi dos años”.
Pepón Nieto es conocido por películas como ‘Mi gran noche’ y series de televisión como ‘Los hombres de Paco’, aunque hoy y mañana actúa en Melilla como parte del elenco de ‘El eunuco’, obra teatral de la que también es productor. A partir de las 21:00 horas, compartirá escenario en el Kursaal con Alejo Sauras, Soledad Mallol y otros cómicos que interpretarán una función cuyo argumento incluye mucho amor y, sobre todo, mucho humor. Como el mismo afirma, un “fiestón” en toda regla.
–‘El eunuco’ es una versión libre de la obra homónima del clásico de Terencio. ¿Cómo de libre?
–Felizmente libre, como dicen Jordi Sánchez y Pep Antón Gómez, que son quienes la han adaptado. Las grandes tragedias grecolatinas son universales porque hablan del ser humano y de las pasiones. Y la comedia de esa época tiene un valor casi arqueológico. Jordi y Pep han cogido la base inicial de Terencio y le han dado la vuelta. Lo han convertido en un vodevil musical y han hecho lo que hacían los grecolatinos: utilizar el texto y hacer una fiesta. Aunque nosotros, más que fiesta, hacemos un fiestón.
–¿Y cómo se siente interpretando un clásico grecolatino reconvertido a musical de hoy?
–Los personajes de esta obra son muy de composición. Yo me divierto mucho construyendo el mío. Luego está el de Pelotus, que lo interpreta Jordi Vidal y me acompaña en el escenario. Es un personaje muy divertido. Y también lo es el mío. Hacía mucho tiempo que no hacía un personaje tan alejado de mí, con una forma tan distinta de andar y un vestuario como el que lleva.
–Y se llama Fanfa. ¿Quién es ese personaje?
–Se llama así porque es un fanfarrón, de ahí viene el nombre. Pelotus es mi criado y me hace la pelota, como su nombre indica. Luego está Pánfila, que es una chica ligera de cascos. Todos los nombres dicen mucho del personaje. Fanfa es un militar pagado de sí mismo, que piensa que puede pagar todo porque tiene mucho dinero y que todo el mundo le debe pleitesía por lo rico que es. Luego, conforme avanza la obra, se ve que no es así, que en realidad es alguien más débil de lo que aparenta.
–Usted también es productor de ‘El eunuco’. ¿Cómo lo compagina con la interpretación?
–Cuando me subo al escenario no tengo nada que ver con el productor. Soy un actor más. Luego, me meto en la oficina y ya tengo otras cosas que hacer. Evidentemente es más cómodo que te contraten, más tranquilizador. Como productor, siempre andas mirando las taquillas para pagarte el sueldo y el de los demás actores. Pero con esta función hemos tenido muchísima suerte. Nos ha ocurrido todo lo mejor. Pensábamos que era más para representar en el Festival de Mérida y que la gira duraría un par de meses, pero al final llevamos ya casi dos años. Terminaremos el 27 de febrero.
–Ganó el Premio Max al mejor actor secundario en 2015 por esta obra. ¿Es el mayor reconocimiento de su carrera?
–El Max es el premio más importante en teatro, pero también tengo el Ercilla, que se concede en Bilbao y tiene mucha solera. Estoy muy contento y agradecido con el Max, pero cuando uno trabaja, lo hace para el público, no para ganar premios. El mayor premio es que venga la gente al teatro y llene las salas.
–Trabaja o ha trabajado indistintamente en cine, televisión y teatro. ¿Alguna preferencia?
–Esa pregunta me la hacen mucho y es normal, porque la gente quiere saber estas cosas. Me gustan los tres medios. Para mí, el trabajo para construir el personaje es el mismo en cine, teatro y televisión. El teatro es mi origen en la profesión. Tiene el contacto con el público, ser el dueño de la interpretación, ya que eres tú el que está ahí para bien o para mal. Sobre el escenario, unas veces te sientes el rey del mambo y otras, pequeñito.
Pero, aunque me guste más, no podría estar solo haciendo teatro. También me gustan muchísimo la televisión y el cine, donde he trabajado con directores con muy distintas visiones.
–En cine, ¿con qué directores le gustaría trabajar y con cuáles querría volver a trabajar?
–Hay muchos en ambos casos. No he trabajado con Fernando León de Aranoa ni con Pedro Almodóvar y es algo que me apetecería muchísimo. Y repetiría con Alex de la Iglesia, porque te mete en un viaje que consigue que formes parte de su historia. Eso es muy gratificante para un actor. Trabajaría siempre con Alex. Y en televisión se va a estrenar en Telecinco una serie llamada ‘Sé quién eres’, dirigida por Pau Freixas. También repetiría con él, porque es hipersensible y tiene mucho rigor trabajando.
–Para interpretar, ¿prefiere la comedia o el drama?
–Me gusta todo. La comedia es drama, al fin y al cabo. Yo no sé hacer chistes en un escenario. Lo más normal es que en una comedia el personaje sufra desde el minuto uno y eso es lo que hace reír. Es muy difícil de interpretar, aunque no esté valorada.
–¿Cómo se sobrevive en el espectáculo con ese IVA del 21%?
–Mal, claro. Con ‘El eunuco’ hemos ido a caché ya pagado en la mayoría de sitios porque la compañía es grande, con muchos actores. Pero en algunos teatros hemos ido cobrando sólo a taquilla. Aunque hemos llenado, cuando después hemos contado el dinero, nos ha faltado. Las compañías con pocos actores pueden ir a taquilla, pero una grande lo tiene difícil.
–¿Ha actuado en Melilla en alguna otra ocasión?
–Estuve hace tiempo. Fui pregonero en el 2000 y algo (fue en 2007, cuando pronunció el pregón de las fiestas patronales). Me trataron muy bien entonces. Y la última vez que actué en teatro fue haciendo una función con Santiago Ramos titulada ‘Share 38’. Pero no fue en el Kursaal, sino en otro teatro más pequeño (el PEC).
–¿Qué le diría a los melillenses para que acudan a ‘El eunuco’?
–Que se van a divertir muchísimo, porque es una obra que funciona muy bien. La única pretensión que tenemos es hacer una fiesta, que el público se olvide de sus preocupaciones y se divierta.