Los candidatos del PSOE se acompañaron y fueron todos juntos, de colegio en colegio, a ejercer su derecho l La confusión de Moh puso la nota divertida del día.
Los periodistas esperaban a las 10:45 horas de la mañana a que el candidato al Senado del PSOE local, Juan Ángel Berbel, llegara a la puerta del colegio de El Real. El primero de los socialistas en votar tardaba más de la cuenta y cada vez más trabajadores de la prensa se daban cita frente al centro, situado en la calle coronel Cebollino.
Una llamada al jefe de prensa del PSOE resolvió el entuerto: Berbel votaba en esa calle, pero en el centro de Infantil, metros más allá.
Entrada ‘hollywoodiense’
La maquinaria socialista se puso en marcha para que los candidatos votaran escalonadamente. De hecho, todos ellos viajaban juntos, en una especie de ‘caravana’ del voto del PSOE.
Una entrada a lo estrella de Hollywood, para nada improvisada, marcó el principio del voto socialista o, como ellos lo llamaban, el ‘voto del cambio’, una frase que puede que tarden en volver a pronunciar tras los resultados de anoche, en los que el partido no obtuvo representación por Melilla y Pedro Sánchez, pese a obtener el segundo puesto, sacó 19 diputados menos que en 2011.
Berbel, junto a su mujer, caminó más lento de la cuenta por el patio del centro de Infantil para dejarse fotografiar.
Saludar a los apoderados, sobre todo si son de tu partido, siempre es un punto a favor de cara a la opinión pública, y fue algo en lo que el aspirante al Senado no escatimó.
“Vota al Congreso”, “vota al Senado” y se acabó el protagonismo de Berbel, que le cedió el relevo a la candidata al Congreso, Sabrina Moh, no sin antes hacer unas escuetas declaraciones a los medios, en las que no soltó el tópico de ‘fiesta de la democracia’ y tampoco se mojó con los pronósticos electorales.
El despiste de Moh
Metros más allá de donde votó Berbel le tocó a Moh. Fue la primera vez que la socialista tenía que votar en el Centro de Educación Especial Reina Sofía. Éso fue lo que provocó el despiste entre la candidata y los jefes de mesa y apoderados.
Moh recoge la papeleta, la enseña a cámara para dejar claro su compromiso con el PSOE, rellena las casillas del Senado, las muestra a la prensa y se dirige lentamente a la mesa, para dar tiempo a fotógrafos y cámaras a que se colocaran detrás.
“Moh Mohamed, Sabrina”. Las palabras del jefe de mesa: “Aquí no, es en ésa otra”, provocaron que toda la prensa se cambiara de lugar y se colocara tras el personal que vigilaba las urnas de enfrente.
A la candidata se la cambia la cara y la prensa vuelve a entender que tampoco era ésa la mesa en que tenía que depositar el voto. “Que no, que era una broma”, dijo entre risas Moh mientras cámaras y fotógrafos volvían a la primera mesa otra vez.
“Soy optimista, vamos a sacar tres de tres”, pronosticó, una quiniela que distó del resultado final.
La última parada de la caravana del voto socialista fue en el colegio Reyes Católicos. Prensa y candidatos bajaron a la vez de los coches y María José Moreno fue la última en ejercer su derecho. “¿Me prestáis un boli?”, preguntó al darse cuenta de que no tenía con qué rellenar la papeleta del Senado.
Menos participación
En los corrillos los candidatos destacaban que habían visto mucha más gente en los colegios, quizá buscando una esperanza que no llegó a materializarse. Sin embargo, incluso el primer dato de participación dejó la cifra en el 23,05%, dos puntos menos de la de 2011, rompiendo así con la tendencia nacional.
Quizá fue la cercanía de las vacaciones de Navidad o que la ciudad registró una de las temperaturas más altas del país, llegando a los 22 grados, lo que dejó un día perfecto para el ‘terraceo’ e hizo que a más de uno se le fueran las ganas de votar.