El presidente de la Ciudad destacó el aumento de plazas en estos centros que se viene produciendo desde el año 2008.
Melilla cuenta con una nueva escuela de Educación Infantil, con plazas para 135 alumnos de entre 0 y 3 años, que comienza a funcionar hoy mismo. Se trata de la guardería que lleva el nombre de una entregada profesora melillense, Josefa Calles, una docente que, a sus 85 años, sigue igual de ilusionada con su profesión, que ha desarrollado tanto con niños como con adultos, a lo largo de toda su carrera en la ciudad. La guardería se encuentra en las instalaciones del Centro Asistencial y contará con trabajadores de esta entidad.
‘Pepita’, como se la conoce cariñosamente, es la mujer que ahora da nombre al nuevo centro de Infantil de la ciudad. Al respecto, el presidente del Ejecutivo local, Juan José Imbroda, aseguró, durante la inauguración de la escuela, que la puesta de largo de este centro va destinada a que “los padres, sobre todo las parejas que están trabajando los dos, puedan hacerlo tranquilamente y tengan a sus hijos aquí, en un buen sitio”.
Asimismo, Imbroda destacó el esfuerzo que se ha hecho desde su Gobierno para aumentar el número de alumnos que pueden asistir a estas escuelas, puesto que, en 2008 había 200 plazas disponibles en estos centros en la ciudad, mientras que, con la inauguración del centro que entra hoy mismo en funcionamiento, hay 700 puestos para niños de hasta tres años.
Acabar con la lista de espera
Así pues, el presidente aseguró que la finalidad de la Ciudad es “acabar toda la lista de espera” de niños que aguardan para tener plaza en una de las escuelas infantiles, puesto que, según afirmó ayer, actualmente hay “unas 100 familias, como mucho”, esperando para disfrutar de uno de estos puestos.
“Hubo un plan importante para dotar la demanda que existía de guarderías en Melilla”, aseguró Imbroda al respecto de la inauguración del centro de ayer, y aseguró que este mismo año “se intentará forzar más en las guarderías de todos los puntos de la ciudad para que se reduzca esta lista de espera un poco más”.
Además, con la intención de que ningún alumno de este tramo educativo se quede sin puesto en los centros infantiles, el presidente apuntó que “en uno o dos años” Melilla contará con otra guardería como la que fue inaugurada ayer.
Profesores
Por otra parte, el presidente de la Ciudad sostuvo que este centro infantil dará empleo a 31 profesores de esta especialización, de los cuales 15 son trabajadores del Centro Asistencial. Así pues, Imbroda aseguró que el hecho de que se haya podido inaugurar este centro responde a un acuerdo entre la Dirección Provincial de Educación, la Consejería de Educación y el propio Centro Asistencial, propietario del espacio en el que se encuentra la guardería.
“Hoy es un día importante para la ciudad”, aseguró también el presidente del Ejecutivo local durante la inauguración del centro, a la que también acudió la propia homenajeada, Josefa Calles, que dijo sentirse emocionada, contenta y honrada por que el centro cuente con su propio nombre.
Durante la puesta de largo, la propia ‘Pepita’ pudo visitar las aulas, conocer a los maestros y ver en qué instalaciones recibirán clases los 135 alumnos que albergarán estos muros. “Una maravilla”, así calificó el centro la propia Calles una vez lo hubo recorrido tras descubrir la placa.
Dando clases hasta que las piernas no suban escaleras
“Con el nombre de ‘Pepita’ Calles queremos que se recuerde a una persona generosa y solidaria, que sirva como ejemplo a las nuevas generaciones”. Con estas palabras, el presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, quiso agradecer a esta profesora melillense el esfuerzo que ha hecho y sigue haciendo por la educación en Melilla.
En las declaraciones que la propia Calles hizo a los medios tras recorrer las instalaciones, aún emocionada, la docente recordó sus más de 45 años de carrera, una trayectoria que comenzó en la guardería del Real con niños de hasta seis años a los que enseñaba a leer y escribir. Asimismo, rememoró su etapa en el sector de alfabetización de adultas, en el que cumplía las mismas funciones, pero con mujeres. “Voy a seguir dando clases hasta que mis piernas no me dejen subir las escaleras”, sentenció Calles.