La franquicia danesa abrió ayer por la tarde sus puertas en la plaza Comandante Benítez, un lugar privilegiado junto a la Avenida.
La franquicia danesa Tiger abrió ayer sus puertas en el centro de Melilla, en un enclave privilegiado de la ciudad: en la plaza Comandante Benítez, donde termina literalmente la Avenida Juan Carlos I.
Sobre las seis de la tarde Tiger levantó la persiana y decenas de melillenses, que esperaban la apertura como agua de mayo, irrumpieron en un establecimiento que con su inauguración ha creado 11 puestos de trabajo.
Su responsable en Melilla, Carlos Bohórquez, explicó ayer a El Faro que la casa matriz de Tiger está especialmente motivada porque la tienda de la ciudad se convierte en la primera que abren en el continente africano. De hecho, no están en Ceuta.
Melilla, añadió, les parece “un sitio muy atractivo”, y la tienda recién inaugurada puede seducir no sólo al público local sino también a clientes de Marruecos.
En Tiger, recalca Bohórquez, los melillenses pueden encontrar buenos precios y diseños originales. La idea, aclara, es que la compra sea divertida. “Buscamos que el cliente pase un buen rato”.
El fuerte de este establecimiento durante todo el año son los artículos de papelería, pero en esta época se centra en los adornos y motivos navideños.
Ayer en la tienda se dieron cita curiosos y fans de Tiger. Todos coincidieron en señalar que la franquicia viene a llenar un nicho de mercado que no estaba cubierto en la ciudad. Todos los encuestados por FaroTV Melilla están de acuerdo en que acabarían comprando en Tiger, seducidos por unos precios inmejorables.