En más de 20 años como compositor y músico, Pedro Guerra ha tenido la oportunidad de apreciar los cambios que ha experimientado el mundo de la música, a la vez que él seguía haciendo lo que mejor sabe hacer.
Esta noche, el canario actuará en la final del XV premio de cantautores Ciudad de Melilla, que acoge a los doce clasificados de las jornadas anteriores.
– ¿Qué le parece este certámen de cantautores? ¿Cómo valora iniciativas como esta?
–Todo impulso y todo apoyo para que las nuevas generaciones y los nuevos cantautores puedan mostrar sus trabajos y que sean reconocidos es algo que debe ser bienvenido y aplaudido.
– ¿Es la primera vez que viene a Melilla? ¿Qué opina de la ciudad? ¿Qué conoce de ella?
– Ya estuve en otra ocasión. Fue un viaje relámpago. No puedo contar gran cosa de la ciudad, exceptuando la amabilidad con la que me recibieron las personas que nos llevaron. Me encantaría tener más referencias de la ciudad de las que tengo. Es una pena que lo único que nos acaba llegando de Melilla sea lo que sucede en torno a esa valla que separa a los seres humanos y que nunca debería haber existido.
– ¿Qué significa a día de hoy ser un cantautor? ¿Qué significa para usted?
– Es una palabra que más allá de su puro significado, asume un fuerte compromiso sobre la obra y la realidad en la que se mueve el compositor.
– ¿Cómo cree que ha evolucionado el término cantautor a lo largo de los años?
– El término no evoluciona, más bien se adapta a los tiempos, se moderniza… El compromiso es el mismo, pero se debe cantar al presente y a la realidad de cada momento.
– ¿Cómo han evolucionado sus gustos e influencias musicales después de tanto tiempo en el mundo de la música?
– Más que evolucionar, lo que he hecho ha sido liberarme de prejuicios y abrir mi mente a todo tipo de músicas. Derribar fronteras y aprender de toda la buena música, venga de donde venga.
– ¿Qué podremos ver y escuchar en el concierto de hoy?
– Es el último concierto del año y haré un recorrido por toda mi carrera, presentando mi último trabajo: ‘30 Años’, que es una revisión de mis 30 años en la música.
– ¿Considera que tiene un público fiel? ¿Qué siente cuando nota que los jóvenes se aficionan a su música como hicieron sus padres?
– Sí, el público es fiel. En España no es fácil la transmisión de los gustos culturales entre padres e hijos. En América Latina esto sí que se da. Aquí también, pero como digo, menos y con más dificultad.
– ¿Qué espera del concierto de Melilla?
– Espero un cálido recibimiento, como la vez anterior y que a la gente le guste y lo disfrute.
– ¿Qué opina del panorama de la música actual? ¿Hacia donde cree que va?
– Talento nunca falta; pero los recortes y las nefastas políticas culturales e industriales no ponen fácil el desarrollo de nada.
– ¿Qué diferencias observa con el mundo de la música de sus comienzos?
– Cuando llegué a Madrid en 1993, todo estaba un poco mejor. Había más apoyo y era posible desarrollar tu trabajo.
– ¿Cómo ha evolucionado su forma de componer?
– La esencia de mi trabajo y de mis canciones ha permanecido intacta desde hace 30 años hasta ahora. Uno adquiere experiencia y madurez, pero cuando se sienta a escribir lo hace de la mima manera que lo hizo cuando tenía 16 años.
– ¿Cómo enfoca su futuro en el mundo musical?
– Estoy escribiendo canciones para un próximo disco, que saldrá a finales de 2015. No paro de escribir canciones y de cantarlas allá donde las quieran oír. Ese es mi futuro.