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Carmen Alonso es una estudiante de 18 años, del IES Leopoldo Queipo, que está de Erasmus en Dinamarca. Un diario danés la ha entrevistado
Carmen Alonso es una melillense de 18 años que ha despertado la curiosidad de la prensa de la localidad danesa de Kalundborg. Ayer, un periodista de esa ciudad portuaria de Dinamarca la entrevistó.
La joven, que estudia un grado medio de Administración de Empresas y Finanzas en el instituto Leopoldo Queipo de Melilla, está de prácticas en la compañía danesa Novo Nordisk y, además, ayuda con la pronunciación del castellano a un profesor de español en el instituto Allikelund Gymnasium.
El Faro conversó ayer con Carmen, a quien el redactor llamó la segunda Carmen de Kalundborg. Se refiere a que en la ciudad hay una empresa de productos para el cuidado del cabello que lleva este mismo nombre.
El periodista danés le preguntó a la joven melillense qué es lo que mayor impresión le ha causado de su viaje a Dinamarca y la estudiante del programa de intercambio Erasmus Plus de la Unión Europea le contestó lo mismo que dijo ayer a El Faro: que en clase todo se hace a través de ordenador y no se utilizan libretas y lápices. “Aquí sus tareas y todo lo hacen desde el ordenador. Mi amiga está haciendo esta semana un proyecto en español”, comenta entusiasmada.
Carmen reconoce que la enseñanza en España es más rígida y basada en la memorización, mientras que en Dinamarca los alumnos tienen más libertad.
Pero no es la única diferencia que salta a la vista de la joven Erasmus melillense. Hay un abismo entre la forma de trabajar de españoles y daneses. “En Dinamarca se lo toman con mucha tranquilidad. No es como en España, que hacemos las cosas deprisa y corriendo”, explica a El Faro.
Carmen entra a trabajar a las 9:00 horas y sale a las 14:00 o 15:00 horas. Come sobre las once y media de la mañana y cena a las seis y media de la tarde. A las 21:30 horas o como muy tarde a las 22:00 h se va a la cama. “Los primeros días me costó eso de comer tan temprano y picaba entre horas”, reconoce.
Porque la comida es quizás lo único que no le gusta de su experiencia en Dinamarca. “Es muy distinta. Aquí usan mucho chili y especias fuertes que le quitan sabor a las cosas”. A eso, añade, hay que sumarle que ella no es de buen comer. “Lo estoy pasando mal con el tema de la comida porque es muy diferente y yo soy muy especial”, admite por WhatsApp.
Ni siquiera el clima del invierno danés le ha tirado para atrás, aunque reconoce que lo que más echa de menos de Melilla es “el tiempo tan bueno y la comida”.
Ayer tenían ocho grados en Kalundborg y Carmen comentó a El Faro que ésa era “muy buena temperatura”. “Hace sol y te dan ganas de ir a una terracita a tomarte algo”, dijo entre risas.
Para ella, viajar de Erasmus está siendo “una experiencia única para aprender otras costumbres y otro idioma. Estoy aprendiendo palabras en danés”.
Ahora solo piensa en seguir estudiando Administración e intentar encontrar un trabajo. “Si eso me tiene que llevar fuera la ciudad, me iré. Me he dado cuenta de que puedo valerme por mí misma”.