El delegado reconoce que hay menos presión, pero advierte de que la situación de ‘alerta’ continúa en Melilla l Señala que la intención de la Delegación del Gobierno es contener la inmigración irregular, no derivarla a Ceuta
La última entrada de inmigrantes a través de la valla de Melilla se produjo el 29 de octubre. Unos 350 subsaharianos trataron de entrar en nuestra ciudad y al menos tres lograron su objetivo. Dos días después otro grupo de unos 300 lo intentó, pero ninguno consiguió pasar. Después de una segunda quincena de octubre de “extrema” presión migratoria, parece que la situación se ha calmado. En los últimos quince días no se ha registrado ninguna entrada. Al mismo tiempo, en Ceuta, varios grupos de inmigrantes han intentado esta semana asaltar su alambrada, algo poco habitual en la ciudad caballa, ya que la orografía del terreno hace que resulte más complicado que en nuestra ciudad. Ante esta situación es imposible no preguntarse si se ha trasladado la presión migratoria a territorio ceutí. El delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, reconoce en declaraciones a El Faro que es posible que esto haya ocurrido. “Son como vasos comunicantes. Si cierras una puerta se buscará la salida por otra. Esto es probablemente lo que está pasando”, asegura.
El Barkani señala que no hay datos objetivos que demuestren que hay una relación directa entre la “relativa tranquilidad” de Melilla y los numerosos intentos de entrada en Ceuta, sin embargo indica que las noticias que llegan desde hace varios días desde la ciudad caballa apuntan a que “a priori” la presión migratoria se está trasladando allí. El delegado indica que además de los intentos a través de la valla, también se ha producido en los últimos días el rescate, por parte de la Policía marroquí o la española, de pateras e incluso embarcaciones de juguetes en las inmediaciones de la costa ceutí. De hecho, ayer mismo las Fuerzas de Seguridad del país vecino rescataron a una de estas embarcaciones en el Estrecho.
Sigue la alerta en Melilla
En cualquier caso, el delegado del Gobierno recalca que en nuestra ciudad se está trabajando para mejorar la contención en la valla, aunque no es la única línea de trabajo. “No se puede entrar en un país violentando una frontera, si quieren pasar tiene que ser con la documentación en regla y por los pasos habilitados. Si nosotros somos capaces de controlar eso y éste control ha tenido un efecto secundario que es derivar la inmigración hacia Ceuta, desde luego no era nuestra intención. Nuestra intención es mejorar el rechazo e impedir la entrada irregular”, indica.
No obstante, El Barkani advierte de que la tranquilidad es relativa. “Todas las noches hay movimiento de inmigrantes al otro lado, por eso todos los días sigue saliendo el helicóptero y continuamos teniendo una conexión directa con las Fuerzas de Seguridad marroquíes, para controlar el salto y evitar que se produzca”, indica. El delegado del Gobierno señala, además, que el número de efectivos de los grupos especiales de la Guardia Civil sigue siendo el mismo en nuestra ciudad. “Continúa la situación de alerta ante la posibilidad de que en cualquier momento, de noche, de día o de madrugada, pueda producirse un intento de salto masivo”, apunta. Aún así, el máximo representante del Gobierno central en nuestra ciudad reconoce que todo indica que el número de inmigrantes que espera en el otro lado de la valla para tratar de entrar en nuestra ciudad ha descendido respecto a otros meses.
El Barkani insiste en que aunque las últimas semanas hayan sido más tranquilas, la presión sigue siendo elevada en nuestra ciudad y no se descarta que en cualquier momento puedan producirse nuevas entradas. De hecho, el delegado indicaba este viernes que continuaban con la política de traslados a la península de los residentes del CETI (Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes), entre otras razones, para que en las instalaciones haya espacio suficiente por si se producen nuevas entradas masivas.
Habrá que esperar un tiempo para comprobar si esta ‘calma’ en la valla de nuestra ciudad obedece a un cambio de estrategia por parte de los inmigrantes, que han decidido intentar la llegada a nuestro país a través de Ceuta, o es más bien sólo algo puntual.
La cooperación de Marruecos “clave” para evitar las entradas
El delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, recalcó la importancia de la cooperación de la Policía marroquí en el control de la inmigración. “La colaboración de las Fuerzas marroquíes impide que se produzcan entradas”, aseveró. Como ya ha dicho en otras ocasiones, El Barkani resaltó que España y Marruecos son dos países con una frontera y unos objetivos comunes. En este punto, señaló que la lucha contra la inmigración, el narcotráfico y el terrorismo internacional son asuntos que afectan directamente a ambos Estados. “La buena relación sirve para que haya entendimiento para hacer frente común”, aseguró. De hecho, el delegado del Gobierno resaltó que el trabajo de las Fuerzas de Seguridad del país vecino está siendo clave para que Melilla esté viviendo unas semanas más calmadas en la valla.
Interceptada patera en el Estrecho, en la noche del viernes
La Marina Real marroquí interceptó en la madrugada del viernes al sábado una barca ocupada por ocho inmigrantes que se dirigían hacia Cádiz. La intervención se produjo alrededor de las 4:00 horas, cuando la embarcación fue vista por agentes marroquíes, según fuentes policiales Ceuta. El jueves otra patera llegó a las costas ceutíes con nueve personas en su interior. Además, a lo largo los últimos quince días se han producido varios intentos de entrada en nuestra ciudad. La ONG Prodein dijo hace unos días en declaraciones a El Faro que se calcula que en estos momentos hay unos 2.000 inmigrantes en los montes cercanos a Ceuta, mientras que en el Gurugú apenas son 300. Los datos apuntan a que la presión ha viajado a Ceuta