La malla antitrepa que el Ministerio del Interior ya ha terminado de instalar en todo el perímetro fronterizo resultó ayer “crucial” para evitar un nuevo asalto masivo, según la Delegación del Gobierno.
Medio millar de inmigrantes protagonizó un nuevo intento de entrada irregular en Melilla. Sin embargo, ninguno lo consiguió gracias a la importante partida económica acordada por el Ejecutivo central para tratar de impermeabilizar la valla. Más de 700.000 euros ha costado llevar a cabo este proyecto que, según la información facilitada por la Delegación del Gobierno, ayer sirvió para que ni uno solo de los inmigrantes consiguiera entrar en Melilla.
No obstante, fuentes del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) aseguraron ayer a El Faro que siete subsaharianos se habían presentado ayer en las instalaciones tras el intento masivo. Aseguraban haber llegado a Melilla saltando la valla, lo que contradice la información oficial de la Delegación del Gobierno.
Sea cierto lo que afirman los inmigrantes o sea verdad lo que asegura la Delegación del Gobierno, la eficacia de la malla antitrepa queda en entredicho en su función de frenar las entradas ilegales en Melilla. Si los siete nuevos subsaharianos inscritos en el CETI formaban parte del medio millar que ayer intentó el asalto masivo de las 5:30 horas de la madrugada, se habrá cumplido el pronóstico de la AUGC. La principal asociación de agentes de la Guardia Civil señaló tras uno de los últimos asaltos fracasados que se mostraba satisfecha por la eficacia demostrada por la malla antitrepa hasta ese momento. Sin embargo, advertía de que tarde o temprano los inmigrantes acabarían encontrando el modo de superarla. La propia AUGC facilitó una imagen de una especie de gancho con empuñadura, una de las primeras ‘herramientas’ fabricadas por los propios subsaharianos para intentar subir por la malla.
Por otra parte, si esos siete inmigrantes mienten, como afirma la Delegación del Gobierno, sobre el método que han utilizado para llegar a Melilla, la malla antitrepa sólo será “crucial” para evitar los saltos de la valla, pero no lo será para impedir las entradas ilegales, de las que ayer se produjeron siete.
Siguiendo la argumentación de la Delegación del Gobierno, los siete inmigrantes llegaron a nuestra ciudad burlando el igualmente costoso dispositivo de la Policía Nacional y Guardia Civil. Ni un solo agente detectó a los inmigrantes durante su entrada ilegal, mientras se desplazaban por Melilla con sus propios medios hasta llegar el CETI ni cuando se dieron de alta en dicho centro. En ningún momento nadie se percató de su presencia o nadie consideró que era urgente informar a la Delegación de su llegada.
Si la malla antitrepa es finalmente “crucial” o no en la lucha contra la inmigración ilegal dependerá, en primer lugar, del tiempo que consiga mantener impermeable la valla fronteriza, si aún lo sigue siendo. Y en segundo lugar, de que los responsables de los ministerios del Interior y de Exteriores sepan aprovechar ese tiempo para ‘atacar’ el problema de la inmigración en su raíz, negociando con los gobiernos de los países de origen y de tránsito de los inmigrantes. Las discusiones sobre la eficacia de la malla antitrepa, sobre si es “crucial” o no, sobre por dónde han entrado siete inmigrantes sin que nadie los detecte... son una pérdida de tiempo. Algunos no se darán cuenta hasta que se produzca la próxima entrada masiva de inmigrantes, con esa “crucial” malla antitrepa o sin ella.