Las patrullas han recibido órdenes de llevar a La Purísima a todos los interceptados.
La Policía Nacional y la Guardia Civil llevan una par de semanas actuando con mayor intensidad que nunca para interceptar a los menores extranjeros no acompañados (menas) que se encuentran fuera de los centros de acogida
de la Ciudad Autónoma en horario nocturno, según informaron en la jornada de ayer fuentes de la Unión Federal de Policía (UFP) a El Faro.
Los mandos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han dado “orden explícita” de que todas las patrullas que se encuentren de servicio por la noche, tanto de la Benemérita como de la Policía Nacional, trasladen al centro de La Purísima a todos los jóvenes inmigrantes que se encuentren deambulando por las calles de Melilla. De este modo, se impide que los menas interceptados pasen la noche vagabundeando, pues una vez en La Purísima no pueden volver a salir hasta la mañana del día de siguiente.
Hay que recordar que los niños extranjeros acogidos por la Ciudad Autónoma suelen abandonar los centros para intentar colarse como polizones en los barcos que zarpan rumbo a la península. Por ello, es frecuente ver menas en el puerto comercial y sus aledaños, como las escolleras de Melilla La Vieja, a la espera de una oportunidad para subirse a los barcos sin ser vistos.
Hasta el desayuno
Con las intervenciones que están realizando ahora policías nacionales y guardias civiles, se evita que estos inmigrantes pasen la noche en la calle. Desde la UFP remarcaron que este proceder es bastante más efectivo que las redadas que se realizaban de manera periódica en las escollera del casco antiguo, donde se esconden tanto menas como inmigrantes mayores de edad.
“Llevamos a los niños a La Purísima y de allí ya no salen hasta la mañana del día siguiente, cuando les ponen el desayuno”, señalaron desde el sindicato.
De igual modo, detallaron que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado están trasladando a los menas directamente a La Purísima en lugar de ponerlos a disposición de la Policía Local, como se hacía anteriormente. La causa de este proceder es que la inmensa mayoría de los niños son localizados cada noche, por lo que los agentes son conocedores de su situación legal como acogidos en los centros de la Ciudad Autónoma. Así pues, ahorran trámites llevándolos directamente a La Purísima, donde el joven ya cuenta con una ficha informativa abierta.
Únicamente en caso de que el policía o el guardia civil no conozca al mena localizado, se pone a disposición de la Policía Local por si fuera necesaria la apertura de un nuevo expediente en los centros de acogida.
Intervenciones diarias
Las patrullas de servicio en horario nocturno llevan poniendo en práctica estas intervenciones desde hace un mes y se espera que continúen así durante todo el verano, según la UFP.
Cada día interceptan a unos veinte menas. La mayor parte vuelve a la calle al día siguiente, después de haber dormido y desayunado en La Purísima.
“Al principio huían al vernos, pero ya ni siquiera corren. Saben perfectamente que los vamos a llevar al centro y se dejan interceptar sin más problemas”, señalaron. “Hay noches en las que una sola patrulla de Policía Nacional se lleva a La Purísima a quince niños. Es un trabajo ingente, pero necesario”, concluyeron.