El ministro de Educación, José Ignacio Wert, puso ayer por primera vez un pie en Melilla desde que accedió al cargo.
Han transcurrido dos años y medio desde entonces y hasta ahora no había conseguido hacer un hueco en su agenda para visitar el único territorio, junto con Ceuta, que depende directamente de su gestión.
Vino por fin ayer, pero sólo pudo visitar los solares vacíos que llevan años esperando a que comiencen las obras de construcción de unos centros educativos que resultan vitales para Melilla. Wert habría comprendido mejor la angustiosa situación de los institutos y colegios de nuestra ciudad si hubiera llegado unos días antes. Habría tenido la oportunidad de ver unas aulas atestadas de niños. Podría haber escuchado de boca de algún docente las carencias con las que se enfrenta a su tarea diaria. Tal vez los padres de niños con necesidades educativas especiales le habrían explicado cómo afrontan sus hijos esas dificultades en Melilla.
Y a todos ellos habría podido mirarles a la cara el ministro y decirles que la solución a la elevada ratio de alumnos por clase que registra Melilla “no será inmediata”. Al margen de las medidas de urgencia adoptadas por el Gobierno local, como las obras en la Casa de la Juventud con el fin de acoger aulas para Educación Infantil, no hay ninguna medida a corto plazo. El Ministerio espera que la construcción del Instituto en el Jardín Valenciano comience en 2015, con lo que el centro no estaría operativo antes de 2018, si las obras se desarrollan sin interrupción. Precisamente, en relación a retrasos, Wert también habló de los trabajos que convertirán el antiguo Mercado Central en Escuela para Adultos, Conservatorio Profesional de Música y Escuela de Idiomas, unas obras que la empresa constructora espera concluir en abril del próximo año, en el límite del pistoletazo de salida para las elecciones locales.
Y finalmente, el ministro habló del futuro colegio en los terrenos de Gabriel de Morales. Al igual que el instituto, Wert anunció que se construirá con Fondos Feder, unas partidas económicas que asigna la Comisión Europea para el desarrollo de las regiones más deprimidas de la UE. Por lo tanto, las obras o, al menos su inicio, no se financiarán con dinero del Ministerio.
A la vista del contenido de la visita de José Ignacio Wert y del resultado de la misma, es más que comprensible que haya tardado tanto tiempo en visitar Melilla desde que accedió al cargo.
Por otra parte, es muy probable que su viaje provoque las críticas de PSOE y CpM. Sin embargo, ambos partidos recordarán cómo era la situación de la Enseñanza en nuestra ciudad antes de la elecciones generales de 2011. Cualquiera de los dos hubiera estado entonces de acuerdo con Wert en que las soluciones “no serán inmediatas”. Alguna frase así debieron dejar escrito los ministros de Zapatero en el Libro de Oro de la Melilla.