Melilla sale airosa en la campaña de seguridad alimentaria de la UE. La CIM quiere inspecciones propias.
La Dirección General de Consumo de Melilla ha realizado varias inspecciones en comercios y establecimientos halal de la ciudad durante el primer trimestre de este año como parte de una campaña europea de seguridad alimentaria y encontró que “todo estaba perfecto”, según desvelaron a El Faro fuentes de la Consejería de Bienestar Social, Sanidad y Consumo.
Se trata de controles anuales que se llevan a cabo en todos los países de la Unión Europea, incluido el nuestro, y en todas las comunidades autónomas, que habitualmente en Melilla y Ceuta se centran en las inspecciones a los embutidos, conservas y carnes frescas halal.
Los laboratorios de la península no hallaron ninguna irregularidad en las muestras recogidas por los inspectores en Melilla.
Aún así, desde la Comisión Islámica de Melilla (CIM) tienen la intención de crear un organismo local que se dedique a controlar a los comercios que venden alimentos halal (aceptables según ley islámica) porque temen que se podrían estar produciendo irregularidades en la ciudad.
En principio, la CIM necesitaría una autorización del Ministerio de Justicia para crear un organismo que funcionaría al margen de las inspecciones de Consumo.
Por otra parte, desde la Consejería descartaron ayer que en la ciudad se vayan a realizar inspecciones en bares, restaurantes, comercios o plazas de abasto con vistas a la celebración del mes de Ramadán, que empieza ya este fin de semana (28 o 29 de junio).
Sin embargo, en Marruecos las autoridades sanitarias extremarán los controles no sólo alimentarios sino también de precios para evitar por un lado intoxicaciones y por otro abusos económicos durante un mes de ayuno, pero también de celebración para la comunidad musulmana.
Inspecciones por Ramadán
Marruecos aumentará las medidas de control sobre los productos alimentarios durante el mes de ayuno musulmán del Ramadán, que comienza a finales de esta semana (días 28 o 29 de este mes), 1.150 supervisores se encargarán de proteger la salud de los consumidores, según informaron ayer fuentes oficiales. En un comunicado, la Oficina Nacional de Seguridad Sanitaria de Productos Alimentarios explicó que prestará especial atención a los productos de gran consumo. Las brigadas de control, añadió, reforzarán sus salidas al terreno para inspeccionar los puntos de venta de alimentos y los restaurantes. Estas medidas tienen el objetivo de evitar las especulaciones en los precios de los productos que más se consumen (verduras, frutas, pescado, carne o productos lácteos) y luchar contra la venta de los que estén en mal estado. Asimismo, este año la Oficina de Seguridad Sanitaria emprenderá acciones de sensibilización dirigidas a propietarios de carnicerías, pescaderías, pequeños negocios y supermercados, entre quienes se distribuirán folletos con las reglas de higiene y de seguridad alimentaria que deben respetar.
Además, siete laboratorios regionales de análisis e investigación se encargarán de apoyar las pruebas que aseguran la salubridad de los productos alimentarios controlados.
También se difundirán por radio programas especiales sobre la seguridad sanitaria de los alimentos y habrá un teléfono de contacto para aclarar dudas.