Dos hombres entraron por la mañana en un estanco interesándose por el precio del tabaco. Le dijeron a la dependienta que querían abrir un negocio similar y querían saber el precio de los cartones.
Horas más tarde los dos curiosos hombres volvieron al mismo establecimiento, pidieron varios cartones de tabaco a la empleada y salieron de la tienda sin pagarlos.
Solamente uno de los hombres fue detenido por la Policía Nacional, cuando la víctima le reconoció por unas fotografías que los agentes le mostraron en la Jefatura. El único acusado no acudió al juicio, pero la dependienta afirmó que su compinche se quedó en la calle, esperando al acusado dentro del vehículo en el que huyeron con la mercancía robada. Uno de los policías que declaró como testigo, aseguró que la mujer reconoció al ladrón “sin lugar a dudas”.
El Ministerio Fiscal solicitó para el acusado, de iniciales M.A., una pena de 12 meses y un día de prisión por un delito de hurto, aplicándole el agravante de reincidencia. El abogado defensor, a pesar de que su cliente no se encontraba en la sala, se sumó a la petición del fiscal y concluyó el juicio.