Solo podemos calificar como lamentables las imágenes que nos han dejado las concentraciones convocadas frentes a nuestras Casas del Pueblo, también aquí en Melilla, y frente a nuestra sede de Ferraz. Intolerable el acoso sufrido por compañeras y compañeros socialistas en todo el país. De nuevo, la Constitución Española, la de todas y todos, ha ofrecido el mejor marco para vivir democráticamente y en paz, frente a quienes recurren al insulto y a la violencia para defender sus ideas. Una Constitución que este 6 de diciembre cumple 45 años y en la que podemos reconocernos la España amplia, democrática y plural que somos.
El PP y Vox, en un ejercicio de enorme irresponsabilidad e hipocresía, han vuelto a intentar apropiarse de la Constitución, como si el resto de los partidos políticos, estuviéramos fuera de ese marco de convivencia que nos dimos entre todos, fruto del espíritu de consenso de todos los que entonces representaban la pluralidad de la sociedad española y que actualmente sirve, igual de robusta y avanzada, de espacio de convivencia tras más de cuatro décadas de dictadura. Ni la Constitución puede y debe pertenecer únicamente a una parte de la sociedad española, ni nuestro país se rompe, como tristemente hemos tenido que volver a escuchar de boca de la derecha estos últimos tiempos. Al contrario, España es más fuerte y está más cohesionada porque nuestra Constitución ha servido de marco a nuestra diversidad, convirtiéndose en uno de nuestros valores democráticos esenciales. Y en ese marco, el PSOE ha sido un ejemplo de compromiso con toda la ciudadanía española, sea de la región que sea, piense lo que piense y sienta lo que sienta. Querer a nuestra norma fundamental es querer y respetar nuestra riqueza y diversidad cultural, lingüística y territorial, sin miedo y sin complejos.
El Congreso de los Diputados y el Senado, reunidos en sesión conjunta, celebraron el pasado miércoles, día 29 de noviembre, la apertura de la XV Legislatura, presidida por Su Majestad el Rey, Felipe VI. La presidenta del Congreso, Francina Armengol, señaló en su intervención que el Parlamento es “la espina dorsal de la democracia” e hizo un llamamiento para que “ahora que vemos tantas democracias erosionadas por el empeño de algunos, tenemos que esforzarnos por conservar la nuestra intacta”.
La presidenta del Congreso ha alertado sobre “la crispación, la polarización y el ruido” y ha defendido la política útil: “la ciudadanía está esperando que solucionemos sus problemas. Ser una institución útil es mimetizarnos con el pueblo al que representamos, conseguir que, a través de nuestro trabajo, todas y cada una de las personas en este país tengan una vida digna”.
“Tenemos por delante un reto y una posibilidad: confiar, creer en esta España del futuro. La España de la juventud, que mira al mañana con osadía y con esperanza. La España que cree en una Europa más social, más verde, más democrática y con más peso en el mundo. La España que cultiva la cultura para llegar a la belleza y que confía en la ciencia para progresar. La España plural, la del consenso, el diálogo y el acuerdo. La España real, formada por gentes y pueblos distintos”. “La España que imagina, que pensa, que fala, que abesten duen en castellano, catalán, galego o euskera”, han sido las palabras de la presidenta del Congreso, que bien podrían ser las de cualquier demócrata de este país que reconoce su diversidad y que tiene ahora una nueva oportunidad para avanzar.
Sin embargo, las imágenes que nos deja el Congreso son las faltas de respeto de los diputados del PP a la presidenta de la cámara. El Portavoz adjunto del PSOE en el Senado, Alfonso Gil, ha reivindicado “la política que busca soluciones a los problemas reales de los ciudadanos. Hacemos un llamamiento para que se el respeto se mantenga y que las instituciones, independientemente de quien esté al frente, sean de todos. Llamamos al PP a la responsabilidad para seguir haciendo avanzar a este país”.
Llamamiento tras llamamiento a la responsabilidad institucional y a la normalidad democrática, que solo se puede conseguir si el principal partido de la oposición recupera la senda del constitucionalismo y la derecha extrema, en vez de avivada, se siente acorralada y minimizada. En el 45 Aniversario de la Constitución, los socialistas seguimos esforzándonos porque todos los extremos de nuestro país vuelvan a la senda de la constitucionalidad, que nunca se debería haber perdido, ni durante la última década por el independentismo, ni actualmente por la extrema derecha.