El almirante Juan Rodríguez Garat ha inaugurado este viernes en Melilla el ciclo de conferencias "La Armada, esa gran desconocida", con una charla sobre la guerra de Ucrania en la que tenía previsto abordar las razones de la invasión rusa; cómo se ha desarrollado en el teatro de operaciones durante el año y dos meses que lleva ya la guerra; lo que ha ocurrido también entre bastidores fuera de Europa, en Estados Unidos; los crímenes de guerra y las campañas.
Poco antes del inicio de la conferencia organizada por la Armada, en el Club Marítimo de Melilla, el almirante tuvo un encuentro con la prensa en el que dejó claro que la guerra de Ucrania, tal y como está, va para largo. Estaríamos hablando de no menos de diez años porque, según el secretario general de Naciones Unidas, ambos bandos creen que van a ganar.
"Esta guerra va a durar mucho tiempo, pero no porque ambos bandos crean que van a ganar. Zelenski no se puede permitir la paz porque sería el fin para Ucrania y Rusia no se puede permitir la paz porque sería el fin de Putin. Aunque no es lo mismo, la guerra continuará previsiblemente durante mucho tiempo. La mayor parte de las guerras son largas. La de Vietnam duró casi 10 años", señaló el almirante Rodríguez Garat.
Eso no quiere decir que en algún momento haya un alto al fuego. Aunque él cree que no duraría mucho porque el problema existirá mientras no cambie el régimen de Putin en Rusia. Aunque hay indicios que apuntan a que la población rusa no está cómoda con la guerra. Por eso Putin busca voluntarios para ir a combatir a Ucrania con las Fuerzas Armadas y como no los encuentra tiene que recurrir a la movilización forzosa, aparte de extrañísimas ofertas comerciales para atraer mercenarios y ahora también migrantes con la promesa de concederles la nacionalidad rusa si permanecen un año en el frente.
Hay que tener en cuenta, insistió el almirante, que Rusia ahora no puede hacer la guerra a Estonia, Letonia y Lituania o Finlandia porque forman parte de la Alianza Atlántica. Si Ucrania se hubiera incorporado a la OTAN, esta guerra no existiría, afirma contundente el almirante.
Además, defiende que la invasión rusa a Ucrania no es un capricho pasajero de Putin ya que el mandatario ruso compartió sus deseos de invadirla con los ex presidentes de Estados Unidos Trump y Clinton. Pesa también que al dar el primer paso de incorporar a la Federación Rusa, además de Crimea, las dos regiones de Zaporiyia, ahora no puede dar marcha atrás.
La contraofensiva de Ucrania
Sobre el éxito de la contraofensiva ucraniana, el almirante Rodríguez Garat destaca que hay en ello también un componente de propaganda. "Hay que amenazar al enemigo con que se van a destruir sus fuerzas; hay que asegurar que se van a liberar militarmente los territorios ocupados", dijo.
En definitiva, cree que la contraofensiva sí se va a producir pero en su opinión no resolverá la guerra. "Será una fase más como hemos visto ya varias fases de la guerra", añadió.
Preguntado sobre si Zelenski no está presionando demasiado a Europa para conseguir armamento, el almirante Rodríguez Garat explicó que el presidente ucraniano cree firmemente que realmente es él quienes está conteniendo los afanes expansionistas de Rusia aunque Rusia no va a invadir ningún país de la OTAN.
"Ucrania cree que está haciendo el trabajo de los demás; que ellos ponen los muertos sobre la mesa y Occidente, a cambio, pone dinero y las armas. Pero sobre todo, dinero aunque la petición de armas sea más continuada".
El almirante Rodríguez Garat está convencido de que Putin no se da cuenta de que cuando bombardea las ciudades ucranianas, está disparando contra sí mismo porque es eso lo que mantiene la cohesión en Occidente y lo que incluso mantiene de acuerdo a la opinión pública occidental.
Consultado sobre si Melilla y los territorios extrapeninsulares españoles corremos peligro, el almirante señaló que es conveniente tener en cuenta que la guerra de conquista quedó prohibida por la Carta de Naciones Unidas. Eso no quiere decir que no tengamos, en nuestro caso, que hacer frente a la guerra híbrida, de manipulación de la inmigración. Pero con la tranquilidad de saber que el artículo 4 de la OTAN permite que cualquier aliado que sienta que está en riesgo de su seguridad por cualquier ataque extranjero pueda pedir el auxilio de los demás aliados.
No con el Marruecos actual
Respecto a Marruecos, el almirante aclaró que el régimen actual de Marruecos es pro Occidental y lleva veinte años tratando de entrar en la órbita de los Estados Unidos y, de hecho, es el mejor aliado de los americanos en África. Pero no se puede descartar que en un futuro un líder marroquí islamizado que roce el fundamentalismo, para unir a su pueblo, decida poner en riesgo la seguridad de Melilla y Ceuta.
De forma militar, si lo hiciera, no caben dudas de que tanto la Alianza Atlántica como la Unión Europea respaldarían a España. "Es algo que no hay que plantearse ni con el Marruecos actual ni porque estemos temiendo que pueda ocurrir en breve", apuntó.
Consultado por los peligros que pueda entrañar la situación geográfica de Melilla, el almirante señaló que efectivamente, por el Mediterráneo siguen transitando muchos petroleros rusos, pero buques de guerra, "muy pocos". Si bien no se descarta que pueda haber un accidente, él destaca que la guerra es un enfrentamiento terrestre y en la guerra de Ucrania tenemos enfrentados a un actor contra un ex espía.
En esencia, el almirante cree que Melilla y Ceuta están respaldadas por la OTAN, pero eso no significa que en caso de confrontación armada vengan soldados suecos a combatir sino que cada Estado miembro cooperará de la forma que considere. Pero no hay que poner en duda "que los aliados defenderán" nuestro territorio.
En cuanto al peligro de que la guerra de Ucrania pueda terminar en una III Guerra Mundial, el almirante Rodríguez Garat lo descartó con precauciones. "Rusia empezó esta guerra no porque quisiera provocar una tercera Guerra Mundial. Sería malo para todo el mundo, pero los dictadores tienen otra forma de ver las cosas porque cuando un dictador, pierde la guerra, pierde también la vida. A Putin lo único que le interesa es preservar el poder y la peor forma de preservarlo es desatando una guerra mundial porque el poder le duraría 24 horas", concluyó.