El socialista reconoce el impacto de la imputación, pero “somos iguales se nazca donde se nazca”. El secretario de Ciudad y Política Municipal del PSOE, Gaspar Zarrías, afirmó ayer que la imputación de la infanta Cristina en el caso Nóos demuestra que todos los españoles “somos iguales ante la ley, se nazca donde se nazca”. El dirigente socialista destacó el impacto que supone que un miembro de la Casa Real y que está ligada a la Jefatura del Estado tenga que comparecer como imputado ante un juez de la justicia ordinaria.
“Partiendo del máximo respeto a la justicia y a las decisiones que se tomen, hay un dato que hay que poner sobre la mesa y es que todos somos iguales ante la ley se nazca donde se nazca”, insistió el socialista, pues esta premisa, que en ocasiones “se pone en duda”, ha quedado ahora demostrada.
Según Zarrías, la imputación de la infanta Cristina no sólo es la gota que ha colmado el vaso, sino que es una “tormenta” que desgraciadamente ha puesto a España ante la opinión pública mundial en una tesitura “muy mala”.
Eso sí, como abogado penalista, quiso aclarar que la figura de la imputación no conlleva ningún tipo de responsabilidad, aunque cuando se produce es porque “hay algún indicio que obliga al juez a darte unos derechos para que cuando se comparezca no se vaya como testigo, caso en el que se está obligado a decir la verdad”.
“El legislador, cuando estableció esa figura intermedia entre el denunciado y el procesado, y le puso la palabra imputación, le puso el peor nombre posible”, reflexionó Zarrías, quien argumentó que la imputación significa únicamente que hay un indicio y se permite de esta manera la defensa con un abogado y sin tener que declarar en contra de uno mismo.
Por otra parte, el socialista reconoció que es “lógico” que la primera preocupación de los españoles sea la corrupción política, dada la situación que se está viviendo en el país en estos momentos, algo que, a su juicio, es “muy grave”.
Zarrías rompió una lanza a favor de los responsables políticos que él conoce de todos los partidos e ideologías, que es “la inmensa mayoría”, pues, aseguró que “sienten el servicio público, frente a otros, que son pocos y son unos sinvergüenzas y contaminan la vida política”. “La política tiene que jugar un papel fundamental porque sin política vendrían los sables y eso no es bueno”, concluyó el socialista, quien se mostró partidario de que los políticos no sean el problema, sino la solución a los mismos.