La vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, ha sugerido que no habría mantenido en el cargo al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, tras la muerte de 23 inmigrantes en la valla de Melilla y que si fuera presidenta del Ejecutivo designaría para ese cargo a alguien que "haga cumplir los derechos humanos en nuestro país y cualquier lugar del mundo".
"No se puede jugar con los derechos humanos", ha dicho Díaz en una entrevista con el periodista Jordi Évole emitida este domingo en La Sexta, en la que ha calificado de "intolerable" lo sucedido en Melilla y ha asegurado que en política "uno tiene que asumir responsabilidades porque eso dignifica mucho tanto a la política como a la persona".
Sobre la falta de acuerdo entre su plataforma Sumar y Podemos para concurrir juntos a las elecciones generales, ha rechazado que se deba a diferencias sobre la convocatoria de primarias abiertas, como afirman los morados, y ha lamentado que los partidos primen cuestiones de "dinero, listas y liberados".
Ha sido rotunda al descartar la posibilidad de concurrir con el PSOE a las elecciones si no hay acuerdo con Podemos y se ha mostrado optimista en el resultado de las negociaciones para conseguir que no haya dos papeletas, mientras pedía que se olviden las peleas porque "tenemos una oportunidad de cambiar este país y dar una oportunidad a la gente".
"¿Crees que si les firmamos un documento con las primarias, están dentro de Sumar? Yo te digo que no. El diablo está en los detalles, vamos a negociarlo todo", ha manifestado Díaz, mientras recalcaba que "dos no acuerdan si uno no quiere" y que si se pide la unidad a "torta limpia" se deprime al electorado.
También ha revelado la líder de Sumar que tanto el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como el ex vicepresidente Pablo Iglesias tienen comportamientos machistas, y ha dicho que este último tiene que dejar volar y hacer a la gente.
"No me imaginaba ese rol tan agudizado" en Podemos, aunque ha reconocido que siempre tuvo dudas sobre su retirada de la política porque "le conoce bien", pero considera que en la actualidad está "archipresente".
Tras subrayar que no le gusta una determinada forma de hacer política masculina y definirse como una mujer "bastante libre", demócrata y que sabe perder, ha recordado que se enfadó "muchísimo" cuando Iglesias la designó a dedo como candidata de la formación a las elecciones generales.
Ha señalado que en la actualidad su relación con el ex líder morado, a quien ha definido como "muy gruñón", "está en momentos en los que no pensamos las mismas cosas".
A Díaz no le preocupa la próxima visita del rey emérito a Sanxenxo, pero sí le gustaría que rindiera cuentas y que explicara lo que hizo cuando era el jefe del Estado, y, aunque no se ha reconocido monárquica, ha expresado su respeto por las instituciones, al ser preguntada por el rey Felipe VI.
La vicepresidenta del Gobierno tiene claro que será en la próxima década cuando se abra el debate sobre el futuro de la monarquía y se ha mostrado partidaria de tener un jefe del Estado elegido mediante sufragio, cargo en el que le gustaría ver al periodista Iñaki Gabilondo.
Si yo fuera presidenta
Aunque no ha querido hacerlo público, Díaz tiene claro a quién nombraría al frente de algunos ministerios en el caso de ser elegida presidenta del Gobierno y ha dicho que Pedro Sánchez tendría el cargo que él considerase oportuno.
Sobre el conflicto de Ucrania, y tras recalcar que la invasión de Rusia es ilegal, vulnera el derecho internacional y es ilegítima, se ha mostrado partidaria de dedicar "muchísimos esfuerzos a negociar, dialogar y acabar con esta maldita guerra".
Además, ha asegurado que rompería el acuerdo firmado por Sánchez con el rey de Marruecos sobre el Sáhara y volvería a la posición tradicional española, mientras definía como dictadura el régimen en ese país.
TODOS SABEMOS O INTUIMOS QUE CUANDO UNO ES LIBRE SE EXPRESA DE UNA MANERA TOTALMENTE DIFERENTE QUE CUANDO SE LE OPRIME, DE CUALQUIER MANERA SIEMPRE OBRAMOS EN CONSECUENCIA...