A Beni Enzar se le acabó la calma. Dicho paso fronterizo, el que mayor tránsito de personas y vehículos registra a diario, volvió a ser ayer el escenario de largas colas y retenciones protagonizadas, en su mayor parte, por los viajeros de la Operación Paso del Estrecho (OPE).
Los embotellamientos para cruzar de un país a otro se produjeron en ambas direcciones, pues la Fase Salida y la Retorno se solapan en estas fechas. Además de los pasajeros de la OPE, se han visto afectados por la situación cientos de melillenses que habían acudido al país vecino a celebrar el Aid El Fitr con sus amigos y familiares. Al volver a casa, se están encontrando con colas kilométricas para entrar en la ciudad autónoma. La frontera había vivido unos días de calma durante el fin del Ramadán. El grueso de viajeros de la OPE se había apresurado en llegar a su destino en los días previos para que la fiesta del fin del ayuno no le pillara en plena carretera. Así, entre el martes y el viernes, hubo relativa calma para pasar de un país a otro. Acabada esta fiesta religiosa, miles de personas se han vuelto a poner en marcha. Así, desde el viernes por la noche se han producido atascos multitudinarios para pasar al país vecino por Beni Enzar. Las peores horas son, obviamente, cuando los buques llegan al puerto de la ciudad autónoma y cientos de conductores desembarcan para dirigirse sin demora a la frontera. Tanto ayer como el viernes, fue necesario esperar hasta un máximo de cinco horas para poder pasar al país vecino. Situación en Beni Enzar En el caso concreto de Beni Enzar, ayer por la mañana, sobre las 11:30, había que esperar como mínimo una hora cruzar a Marruecos. En esos momentos aún quedaban coches que había llegado en el Volcán de Tinamar, procedente de Motril, unos 90 minutos antes. La escena se repitió durante todo el día. Cada vez que un barco atracaba en el enclave melillense, Beni Enzar se convertía instantáneamente en un hervidero de viajeros. Para empeorar un poco más la situación, sobre las 15:00 horas un camión de obra se averió y se quedó parado en plena calle General Astilleros, que discurre en dirección a la frontera. Mientras se retiraba el vehículo de la carretera, fue necesario cortar el tráfico parcialmente y estrechar la vía. En cuanto a la explanada de Valenzuela, que un año más se está usando como zona de descanso para los viajeros, no llegó a llenarse por completo. Eso sí, los viajeros agradecieron el tener a mano una toma de agua para refrescarse mientras esperaban en la cola. Farhana, mismo panorama Por otro lado, en el paso fronterizo de Farhana también se registraron largas retenciones, aunque la fila de coches avanzaba mucho más rápido que en Beni Enzar. Hay que recordar que por aquí pasan únicamente los residentes en Melilla o en la provincia marroquí de Nador, que no necesitan sellar pasaporte gracias a un acuerdo de buena vecindad entre ambos países. La cola de vehículos llegaba hasta la intersección próxima al CETI y se adentraba un par de kilómetros por la carretera de la Circunvalación. Fue el acceso más usado por aquéllos que, al no necesitar visado, intentaron llegar a Marruecos de la forma más rápida posible. Aunque el atasco fue más ligero que en Beni Enzar, también tocó esperar. Por último, en el Barrio Chino había calma chica. Marruecos permitió el tránsito a los porteadores, pero su número era mínimo. Durante todo el día, las aglomeraciones brillaron por su ausencia.