Vox, dentro de su plan para conocer las necesidades de cada barrio, ha visitado el barrio de El Rastro. Este es el barrio más antiguo de la ciudad y cuenta con edificios de estilo modernista que se encuentran muchos de ellos en un estado lamentable y sin ningún tipo de mantenimiento. “Hay que conseguir que cada parte de la ciudad brille como todas”, asegura la formación política.
“Los vecinos reclaman una asociación de vecinos donde poder reunirse”, afirma el partido local dirigido por Tasende para añadir: “Es algo que llevan solicitando desde hace más de 10 años a las distintas administraciones, tanto del Partido Popular como del actual Gobierno, sin que se haya conseguido”.
Además, los más pequeños de este conocido barrio no tienen una zona para poder jugar tranquilamente y sin riesgos, pues “no existe un parque infantil donde los niños puedan disfrutar sin tener que estar expuestos a atropellos, como si están expuestos en las calles donde suelen jugar”, subraya la formación.
Por otro lado, es una queja común entre los vecinos la falta de limpieza en la zona, ya que “al servicio de limpieza se le suele ver poco por estas calles, a pesar de la suciedad que genera el mercadillo ilegal que se monta dos días a la semana”.
Este barrio tampoco se libra de los cortes de agua tan acusados en la ciudad, puesto que “los residentes en este barrio sufren el corte del suministro de agua cada noche”, apostilla Vox Melilla.
En definitiva, “se ha convertido en un barrio marginal de aspecto tercermundista del que nadie se preocupa ni encuentra voz que soluciones sus problemas”, recalca el partido local. Por ello, desde el partido “pondremos todo nuestro empeño en conseguir dar un mayor realce e impulso a nuestros barrios y en particular a este, que es el más antiguo de nuestra ciudad”.
Yo les diría a VOX que no pierda el tiempo, hay personas que por tradición a su etnia, como por su idealogia religiosa no quiere evolucionar, y se estanca mil años atrás. Eso sí, aprecian los buenos coches, el dinero y el lujo, pero solo de puertas a dentro, en el exterior siguen prefiriendo comprar bocadillos y pasteles a un vendedor ambulante, y adquirir pescado y frutas de puestos callejeros . Algo incomprensible, pero que se lleva en los genes.
No y no. A otra parte a dar el disgusto. No es creíble.