El barrio de la Virgen de la Victoria acogió el pasado sábado la última mesa informativa del mes que ha montado el partido en la ciudad. El barrio cuenta con todos los servicios que un ciudadano desearía y un “privilegiado mirador desde donde uno se puede relajar contemplando la panorámica de Melilla”.
Como en muchas ciudades el barrio se ha ido extendiendo al amparo de una torre defensiva o fortín ubicado en el cerro de camellos que le da su nombre y formaba parte del cinturón defensivo de Melilla en el siglo XIX.
El sábado, sus vecinos se acercaron a la mesa informativa, situada en los aledaños del mercado del barrio, para trasladar a esta formación política algunas de sus quejas. “María y Luisa, que superan los 80 años, se quejan de lo tenue de la luminaria que a su edad le dificulta los desplazamientos y le genera inseguridad sobre todo en horario de invierno cuando las noches son más largas”, asegura Javier Diego, secretario de Vox Melilla.
Por su parte, Juan se lamenta de la cantidad de obras empezadas que limitan los aparcamientos y el estado de algunas carreteras como la que baja junto al campus de la UGR a causa de la interminable obra de construcción de su polideportivo y el insuficiente servicio de barrenderos, que, en sus propias palabras, “jamás había visto tal cantidad de hojas acumuladas en aceras y sin recoger durante semanas”, recalca Diego.
Además, Alberto ve inconcebible que la solería que rodea al mercado, que no lleva reformada ni un año, no esté nivelada, por lo que cuando llueve se producen balsas que impiden el paso. Otro problema es que “se utiliza la zona peatonal de los alrededores del mercado como improvisados campos de futbol donde en más de una ocasión los viandantes, sobre todo personas mayores, han recibido balonazos de los críos que allí se concentran”, apostilla la formación.
Estas son algunas de sus quejas particulares que “se pueden unir al clamor popular sobre los atascos monumentales que se producen a la salida y entrada de los colegios que en algunos casos coincide con la poda de los árboles o los insufribles cortes de agua”, subraya el dirigente local. Desde Vox Melilla se comprometen a “ser su altavoz y dirigirnos a la Administración local para que ponga remedio a sus dignas reivindicaciones que hacemos nuestras”, sentencia Diego.
Si lo que quiere VOX es atender a las necesidades del buen ciudadano, pues que atienda a esos vecinos que por las noches están martirizados con del ruido y escándalo de vehículos y sonámbulos nocturnos que paran en los establecimientos de 24h, para abastecerse de alcohol, cuya venta está prohibida en las horas de madrugada, de alimentos precalentado , y de alguna que otra sustancia de dudosa legalidad. Y para ello no hay nada tan simple como el modificar la ley de apertura y cierre de estos locales, que para justo proceder deberían de cerrar a las 11h y abrir a las 8h. Consiganlo y tendrán más votos de los que se imaginan.