A pesar de que se han detectado seis casos positivos de rabia desde que la ciudad decretara el pasado noviembre el nivel uno de alerta por esa enfermedad, para enfrentarla Melilla solo cuenta con un lacero que trabaja de lunes a viernes por la mañana, según señala la formación local de Vox.
A través de su vicesecretaria de Relaciones Institucionales Carmen Merino, Vox Melilla asegura que una persona es "insuficiente para la cantidad de manadas que vemos a diario por nuestras calles". Y añade que dicho lacero está adscrito a la Policía Local, que es "un órgano colaborador en materia animal", "pero no es el encargado de solucionar o controlar este problema".
Vox recuerda que en la actualidad no existe el apoyo que antes había de una empresa que se hacía cargo del control por las tardes, por lo que "el Ejecutivo local debería paliar la falta de personal cualificado en este campo". La formación liderada por Tasende recalca que "la situación a la que nos enfrentamos podría empeorar" y que "la rabia no es algo nuevo en la ciudad por lo que debería haberse tenido antes en cuenta esta carencia”.
Por otro lado, el partido local resalta que la figura del lacero cuenta con la ayuda de un policía local destinado en esta sección en la que "no tienen material suficiente", "ni equipamiento para sacar adelante su trabajo". De hecho, son profesionales que "llevan años demandando personal y medios materiales" porque tienen que "recoger a los animales peligrosos con un lazo de captura", visto que el vehículo asignado al lacero "no cuenta ni con jaulas para animales grandes, ni con escopeta con dardos".
A tenor con Vox, "esta falta de medios humanos y materiales pone en riesgo al personal destinado en esta sección" y los tiene "saturados de trabajo" porque en ocasiones reciben llamadas que "no pueden atender" por la escasez de empleados.
La formación local vuelve a subrayar que el Colegio Oficial de Médicos y el de Veterinarios han advertido varias veces sobre la virulencia de rabia, que es "una enfermedad que puede expandirse rápidamente a la población y ser letal, por lo que hay que saber gestionarla por completo”.
Vox insiste también en que las manadas que se ven en la ciudad son cada día más numerosas, pero se podrían haber controlado con medidas como las que pedía la propia formación política hace unos meses de buscar un emplazamiento e instalaciones apropiadas para darles cobijo.
Sin embargo, Vox lamenta que "hemos tenido que esperar a que la rabia esté corriendo por las calles de Melilla para empezar a hacer algo", y, en tanto el brote de rabia se sigue expandiendo, propone que se cubran las vacantes que hay para el puesto de lacero.