El juicio contra un taxista melillense denunciado por la pelea que tuvo un colega del gremio y que acabó con una puñalada finalizó ayer, después de que hace unas semanas se suspendiera.
El motivo fue la toma de declaración de la forense que evaluó la lesión sufrida por la víctima. Ésta explicó que el taxista presentaba una herida superficial por arma blanca que necesitó de tres puntos de sutura.
La agresión con un puñal, que nunca fue hallado por la Guardia Civil, por la que la víctima presentó la denuncia, no afectó a tejidos musculares ni cartilaginosos, por lo que el abogado defensor consideró que el tratamiento más adecuado para la víctima hubiera sido los puntos de aproximación y no de sutura. La intención del letrado fue que la juez de lo Penal 2 tuviera en cuenta esta cuestión para determinar que las lesiones no son constitutivas de delito y sí, en su caso, de una falta.
Sin embargo, el taxista está acusado también de un delito de daños y otro contra la seguridad vial. La trifulca con su compañero de gremio tuvo varios episodios en el mismo día y en lugares diferentes. Además de la agresión, tuvieron un roce con sus vehículos en la frontera.