Los melillenses, que perdían a falta de dos minutos para el final, protagonizan una remontada épica a base de tesón y coraje para sumar tres puntos de oro en un partido abierto y entretenido.
El CF Rusadir B consiguió su segundo triunfo de la temporada a costa de un rival como el Maracena que no supo matar el partido cuando pudo hacerlo. De este modo la escuadra estudiantil se hizo con el botín completo de un partido muy entretenido, que tuvo muchos goles y además de bella factura, en el que los delanteros aprovecharon la pasividad de los defensas. La falta de concentración en las acciones a balón parado pudo le pudo costar muy caro al cuadro local. De hecho los tres goles que encajó llegaron en jugadas de estrategia. Sin embargo, fueron este tipo de jugadas las que decantaron la balanza a favor de los rojinegros en sendas acciones casi calcadas en las que Simón y Ilies se convirtieron en auténticos protagonistas.
Los primeros minutos del primer facto fueron de dominio alterno. Los visitantes se pudieron adelantar en el electrónico mediante una acción individual de Wito, pero el disparo del exterior zurdo andaluz se marchó rozando la base del palo izquierdo del portal defendido por Bonku.
La respuesta local no se hizo esperar y a renglón seguido fueron los de Boa y Yunes quienes tomarían ventaja al aprovechar Mimon un desajuste de la defensa visitante tras el saque en largo de Yewed desde la medular rojinegra. Poco después, al filo del minuto diez, a punto estuvo de funcionar la pizarra local en una acción a balón parado en la que Yunes amagaba el disparo y Cañadas golpeaba con maestría una pelota que se marchaba fuera tras pegar en el palo. A partir de ahí el partido se abría y el esférico visitaba con frecuencia las áreas. Ambos equipos dejaban jugadores descolgados en ataque y aprovechaban las transiciones rápidas para crear superioridad numérica. De ahí las ocasiones claras que tanto unos como otros dispondrían ante la meta adversaria.
La igualada llegaba al filo del primer cuarto de hora en una falta botada desde el flanco derecho por Juan Carlos, que Miguel Ángel cabeceaba a la red ante la pasividad de la zaga rojinegra. La UD Maracena pudo desnivelar de nuevo el marcador cuando acaecía el ecuador de la primera mitad, pero Bonku salvaba el tanto con una magnífica parada a disparo de Javi.
Los pocos aficionados que asistieron al federativo melillense seguían divirtiéndose por lo entretenido que resultaba el choque. Al filo de la media hora, Mimon recuperaba una pelota en las inmediaciones del área maracenera y se sacaba de la chistera una vaselina que no se convertía en gol por apenas unos centímetros, al rechazar el travesaño el cuero. Y apenas dos minutos después Bonku volvía a salvar los muebles con una magnífica intervención a disparo de Wito, una auténtica pesadilla para los norteafricanos, que apenas un minuto después protagonizaba otra gran acción individual que acababa elevando el balón por encima del meta local, pero la defensa rojinegra despejaba sobre la misma línea de gol. Sin embargo, sería el equipo melillense el que de nuevo se adelantaría en el marcador en una preciosa acción de Braim que finalizaba con un disparo cruzado sin que Jairo pudiera hacer nada por evitar que el cuero besara las mallas. Tras el paso por los vestuarios la dinámica apenas cambió. El partido seguía siendo abierto, pero el Maracena se mostraba algo más entero y con más acierto de cara a la portería. Así, a los tres minutos de la reanudación, Wito botaba una falta desde la izquierda que Migue remataba casi a placer ante una contemplativa defensa para establecer de nuevo el empate.
Apenas dos minutos más tarde Bonku evitaba el 2-3 con otra buena parada lanzándose a los pies de Wito. La jugada terminaba en saque de esquina que se encargaba de ejecutar el propio Wito y ahora era Coke el que cabeceaba a gol totalmente solo en el segundo palo. Aunque el tanto dejó algo tocado al Rusadir, los pupilos de Boa y Yunes no bajaron en ningún momento los brazos en busca de una igualada que hiciera justicia a lo que sucedía sobre el terreno de juego. El tesón y el coraje de los locales se veía recompensado con el gol de Ilies a falta de dos minutos para los noventa reglamentario al rematar con la testa una falta lateral sacada por Simón; y, casi de manera inmediata, de nuevo Ilies llevaba la locura a la grada con un nuevo tanto en la prolongación al aprovechar un rechace de la defensa nazarí tras una falta sacada también por Simón.