Victoria agónica del Melilla Baloncesto ante el San Pablo Inmobiliarias Burgos, lograda en el último minuto gracias a un triple prácticamente sobre la bocina de Marcos Suka y después de un último minuto donde sólo se tiraron tiros libres, cuatro para los de Alcoba y tres para los de Andreu Casadevall.
El encuentro tuvo dos partes muy diferentes. Hasta el descanso la victoria parecía fácil para los melillenses, con un partido bonito, centrado, con acierto en el tiro y con un Asier que logró 10 puntos.
De hecho, saltaron a la cancha jugadores no muy habituales como Pelayo Larraona o Jorge Sanz, “como recompensa al buen trabajo que realizan en los entrenamientos”, según explicó Alcoba en la rueda de prensa al final del partido.
Al descanso, los melillenses se fueron con una ventaja de cuatro puntos, 20-16.
Sin embargo, la segunda parte fue claramente para los visitantes, que plantearon una defensa en zona que descuadró al conjunto melillense y con un Javi Vega que se convirtió en el mejor de su equipo en este inicio de la segunda mitad del encuentro con anotaciones de tres, bien a través de triples bien con jugadas de 2+1.
Cuando sólo se habían jugado dos minutos de este tercer cuarto, el Burgos ya estaba por delante y así se mantuvo hasta el último segundo. Un 44-51 fue la máxima diferencia que consiguió el conjunto visitante, al principio del último cuarto, con un mate espectacular que anotó Toncinic, con falta personal incluida, lo que suponía un 2+1 más para el Burgos.
A partir de ahí, el Melilla Baloncesto, tirando de pundonor y sobre todo alentado por una afición que ayer no dejó de animar al equipo, fue recortando diferencias, que nunca fueron más allá de los seis puntos.
El electrónico marcaba en el último minuto 57-62 para los visitantes. Los primeros tiros libres fueron para Manzano, que sólo anotó un punto. Asier hacía lo propio prácticamente en la jugada siguiente. El Burgos desaprovechaba su primera oportunidad de tiros libres y acto seguido Suka anotaba los dos suyos. El Burgos también anotaba en la siguiente jugada, (61-64) a falta de 12 segundos.
Otra vez Suka anotaba de tiro libre, (63-64) y Peciukevici sumaba sólo un punto de su tiro libre (63-65) a falta de 5 segundos.
La locura se desataba entonces en las gradas, ya que la última posesión era para el Melilla Baloncesto, que tenía la opción, bien de empatar bien de anotar de tres y llevarse el partido.
Y así fue, en una gran jugada de Suka, con una posible falta de pasos que nadie vio, el jugador melillense anotó de tres para colocar el definitivo 66-65 y desatar la euforia entre sus compañeros y afición.