El consejero pide que se evite criminalizar a los niños y recalca que hace falta un techo máximo de acogidos
“Son hechos puntuales. En general la convivencia es buena en los centros”. Así lo aseguró el consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, que recalcó que los hechos ocurridos en la mañana de ayer en La Purísima, en los que un residente apuñaló a otro, no son habituales. Recalcó que hay que evitar criminalizar a los menores por hechos de este tipo y recalcó que los niños, en general, no protagonizan este tipo de actuaciones.
El consejero recalcó que lo normal es que los menores se comporten de forma adecuada en los centros y los educadores hacen que los niños lleven una vida lo más adecuada y normalizada posible. “Que ocurra algo así no quiere decir que continuamente estén metidos en conflictos”, apostilló.
Ventura señaló que el hecho de que haya tantos niños residiendo en las instalaciones, actualmente está al doble de su capacidad óptima, complica la convivencia. “Estamos hablando del doble de la capacidad y entre jóvenes adolescentes esta conflictividad es habitual. Se produce en una casa donde viven varios chavales, pues imagina en un centro así. Es complicado porque hay roces y conflictos, aunque en la mayoría de las ocasiones no llega a nada”, explicó el consejero.
El consejero de Bienestar Social recalcó que es necesario que se busque una solución y haya un techo máximo de menores acogidos en Melilla. “Es muy difícil poder hacer lo que queremos con estos menores porque el número es mayor del que podemos soportar en nuestra ciudad. Nosotros queremos integrarlos y darles los valores que necesitan, pero todo esto es bastante difícil, a pesar del buen trabajo de los trabajadores”, indicó Ventura.
El consejero recalcó que su tarea va a seguir consistiendo en buscar fórmulas para que el país de origen deje de hacer oídos sordos y que “atienda a sus hijos, porque son sus hijos”. Ventura insistió en que Marruecos tiene que hacer algo en este asunto y dijo que Melilla como ciudad autónoma tiene un espacio muy limitado y en las circunstancias actuales es difícil mantener una sensación de seguridad. “Esta presión migratoria es muy complicada para la ciudad”, apostilló. De hecho, la pasada semana mantuvo una reunión en Ceuta, precisamente para trabajar conjuntamente en esta línea.
Colaboración Marruecos
El responsable del área de Bienestar Social dijo que al igual que ha ocurrido en materia de inmigración, es necesario que el país vecino actúe con los menores y dijo que si bien es cierto que muchos de ellos no tienen familia, hay otros tantos que sí la tienen. Ventura hizo referencia a las palabras del presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, en el discurso del Día de Melilla, en las que dijo que es necesario que Marruecos actúe. En cualquier caso, indicó que si el Reino Alauí sigue haciendo oídos sordos, tendrá que ser el Gobierno español el que tome cartas en el asunto. “Sólo queremos un techo para poder atenderlos adecuadamente. Hablamos de cerca de 500 niños, la cifra es muy elevada”, apostilló.
El consejero de Bienestar Social precisó que actualmente hay unos 460 menores acogidos en los centros de la Ciudad. La mayoría están en La Purísima, un total de 317. Asimismo, en la Gota de Leche residen 110 niños y en el centro Divina Infantita 32 niñas. Ventura indicó que a éstos hay que sumarle los que viven en la calle y entran y salen del centro continuamente. Calcula que hay alrededor de medio centenar en esta situación.
Trabajo con menores melillenses para que vuelvan con su familia
El consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, aseguró ayer que en Divina Infantita y la Gota de Leche no sólo hay menores extranjeros no acompañados, sino que también hay niños melillenses que por alguna razón han tenido que ser separados de sus padres y residen en estos centros. Ventura indicó, en este sentido, que desde la Consejería se trabaja con las familias de estos menores para intentar que se puedan solucionar los problemas y los pequeños puedan regresar a sus hogares. Señaló, por ejemplo, que cuando los motivos que han hecho que los niños tengan que ser llevados a estos centros de acogida son económicos, desde el área que dirige se busca la fórmula para dotar de más ingresos a los progenitores y que puedan hacerse cargo de sus hijos. No en todos los casos es posible que los menores regresen a casa, pero la intención de Ventura es que siempre que sea adecuado y estén seguros de que los niños estarán en buenas condiciones, estos vivan con sus padres o familiares.