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Denuncian que cada fin de semana la zona se llena de jóvenes que acuden a un local de copas cercano y, ante la falta de suficientes servicios, salen a orinar a la muralla, dejando “un olor muy desagradable”
Ruido, música elevada, vocerío y ahora orines. Estos son los inconvenientes a los que se enfrentan los vecinos del Mantelete cada fin de semana debido a la gran afluencia de personas, sobre todo jóvenes, que se acercan al barrio para disfrutar de un cóctel en un local de copas próximo al puerto. Así lo hizo saber ayer El Faro un vecino de la zona, quien criticó que “toda la gente se pone a orinar en la puerta de la mezquita y esto pasa todos los fines de semana. Ayer (por antes de ayer) ya fue exagerado, no aguantamos más esta situación”.
“Algunos vecinos han tratado de espantarlos
tirándoles agua desde el balcón, pero nada”
El mismo vecino lamenta la falta de civismo de estas personas “que lo enseñan todo, da igual si son hombres o mujeres, a veces se ponen en corro unos cuatro o cinco, o se meten entre coches para taparse, pero a otros ya les da igual que se les vea cualquier cosa”. Este hombre, que lleva residiendo en el vecindario toda su vida asegura que “algunos vecinos han tratado de espantarlos tirándoles agua, pero nada”.
La paciencia de este vecino y la de muchos otros parece haber llegado a su fin. “En el barrio estamos indignados, sobre todo por los olores tan molestos que se generan, no podemos ni abrir las ventanas. Es asqueroso y nos parece una falta de respeto, sobre todo cuando orinan en la parte de la muralla donde se encuentra la mezquita, donde siempre acuden muchos musulmanes a rezar cuando les toca”, agrega.
Quejas y soluciones
Ante esta situación, este hombre se encuentra impotente, no sólo por “la falta de educación de estos jóvenes”, sino por la inacción de los dueños del local o de las autoridades para remediar estas circunstancias. Este vecino cree que algún día “podría haber problemas”. Por ello, se pregunta: “¿es que no hay lavabos suficientes en La Pérgola (el bar cercano a la zona)?”.
Con tal de evitar que la tensión en el barrio aumente y para conseguir que los vecinos duerman tranquilos sin que los malos olores entren por la ventana y sin tener que preocuparse de las personas que orinan, este vecino propone la instalación de más lavabos al considerar que la situación se debe a que el local implicado “no tiene las instalaciones adecuadas” para satisfacer las necesidades de sus clientes.
“El local implicado no tiene las instalaciones
adecuadas para atender a todos los clientes”
La zona afectada
La muralla de Melilla La Vieja, los muros de la mezquita situada en ella y los alrededores de la escultura a los Pescadores de Melilla, puntos centrales del barrio del Mantelete, son los lugares más afectados por este tipo de comportamiento, según declara el vecino.
“No entendemos por qué no se ponen medidas o se mejoran las infraestructuras para acabar con esta situación, los vecinos del barrio ya no sabemos qué hacer”, sentencia este hombre, quien asegura que las quejas son compartidas por todos los inquilinos del Mantelete.
La Autoridad Portuaria se suma a las quejas
El presidente de la Autoridad Portuaria, Miguel Marín, comparte las quejas de los vecinos del barrio del Mantelete, según reconoció ayer a este diario. Marín dijo tener constancia de la necesidad de unos nuevos baños en el local implicado, ya que “los que tienen son insuficientes para atender toda la afluencia de público”. El presidente del Puerto señaló que, en su oficina, llevan “más de un año esperando el proyecto de obra para ampliar los servicios de dicho local. Finalmente, el dueño contactó con nosotros recientemente para confirmarnos que a lo largo de esta semana recibiríamos la propuesta”.
Marín garantizó que, tan pronto como reciban el proyecto, analizarán sus características y si cumple con los requisitos necesarios, se autorizará su desarollo para poder comenzar cuanto antes las obras y “solucionar así el problema”. Respecto a la posibilidad de instalar urinarios portátiles, el responsable de Autoridad Portuaria la rechazó rotundamente, porque “los aseos deben estar acorde a los usuarios que tiene el local”, además de que “no quedarían integrados en el paisaje urbano del barrio”. De momento, habrá que esperar a que el dueño del local presente el proyecto de obras.