Una experta en políticas de infancia apunta que pueden estar vulnerándose principios básicos de la Convención para los Derechos del Niño. Recalca la necesidad de una identificación rápida y correcta
El 4 de septiembre saltaron la valla de Melilla 111 inmigrantes. Catorce de ellos eran menores de edad. No es la primera vez que un menor entra en la ciudad a través de la alambrada. El 28 de febrero de 2014, Mirelle se convertía en noticia por ser la primera mujer que superaba la verja que separa nuestra ciudad de Marruecos: tenía 15 años.
La pregunta que surge es, ¿cuántos menores habrán sido devueltos en frontera? La experta en Políticas de la Infancia de Unicef, Sara Collantes, asegura que “ningún marco legal puede impedir que se identifique la presencia de niños y se les dé la máxima protección”. Collantes apunta en declaraciones a El Faro que las garantías jurídicas que hay que aplicar a un menor son mucho mayores que a un mayor de edad y señala que las “devoluciones automáticas” no aseguran una atención correcta a estos jóvenes.
La responsable de Unicef indica que es imprescindible que se garantice la correcta identificación de los menores de edad y se cubran sus necesidades de protección. “Si no se lleva a cabo una identificación rápida y correcta de la presencia de un menor, no se pueden poner en marcha todos los mecanismos de protección de la infancia que están previstos por Ley y entonces se estarían vulnerando los principios básicos de la Convención para los Derechos del Niño”, recalca Collantes.
La experta en Políticas de la Infancia señala que aún no se ha incidido mucho en este análisis específico de cómo afectan las devoluciones en caliente a los menores y deja claro que es imprescindible que se ponga el acento en la gravedad de saber que hay niños que se están enfrentando a impedimentos para llegar a territorio español. La asociación de magistrados Jueces por la Democracia ya dijo el sábado en declaraciones a este periódico que la devolución de menores es un agravante más a los rechazos en frontera.
Investigación en Marruecos
Collantes dice que Unicef tiene investigaciones hechas en Marruecos en las que se constata que hay menores en territorio marroquí tratando de acceder a nuestro país y advierte de que cuando se producen devoluciones hay un riesgo alto de que se esté dejando de atender a los niños. “Un niño ya de por sí es vulnerable, dependiente. Si es migrante y refugiado está mucho más indefenso”, apostilla.
La experta apunta que el procedimiento específico de devoluciones que se está aplicando en Melilla y Ceuta no detalla cuáles son las garantías jurídicas para los menores. “Para nosotros es fundamental que nada impide que se identifique a los niños para que puedan ponerse en marcha los mecanismos de protección”.
Collantes reconoce que esta situación no es exclusiva de Melilla y Ceuta, sino que también se da en otros países en los que se practican devoluciones, y el organismo está muy atento para luchar contra esta práctica, que deja totalmente indefensos a los que más protección necesitan, los niños.
Asegura que los menores tienen que tener voz para saber cuál es su situación real
La experta en Políticas de la Infancia de Unicef, Sara Collantes, explica que cuando un menor trata de acceder a territorio español debería haber junto a él expertos y representantes legales. Sería necesario que se escuchara la voz del niño para ver qué es lo que más le conviene en cada caso. Collantes señala en este sentido que es imprescindible que haya tiempo para analizar cada una de las situaciones personales. “En el momento en que se localiza a un niño se deben poner en práctica todas las garantías jurídicas. Y en ese sentido el procedimiento de devoluciones que hay en Melilla y Ceuta no detalla cuáles son esas garantías”, señala. Collantes insiste en que la protección a un menor es aún más garantista que la de un inmigrante mayor de edad, por lo que no puede permitirse que se les deje en riesgo por una falta de atención.
Necesidad de actuar con los niños que viven en la calle
Unicef mira con preocupación la situación de los menores extranjeros no acompañados (mena) que viven en la calle en Melilla. La experta en Políticas de la Infancia, Sara Collantes, asegura en declaraciones a El Faro que aunque el organismo no realiza intervención directa en nuestro país, sí que conoce perfectamente cuál es la situación y la observa tratando de buscar posibles soluciones. Considera que debería haber una intervención más proactiva y aplaude el hecho de que en algunos momentos se hayan puesto en marcha programas de atención directa con estos niños. Por otro lado, Collantes critica que los menores dejen de estar tutelados por abandono del centro. “Eso no ocurre con un niño que se marcha de casa, pues en este caso debe ser igual”, precisa Collantes. Hay que recordar que en nuestra ciudad, los niños dejaban de estar tutelados al marcharse de las instalaciones, algo que en numerosas ocasiones ha denunciado el Defensor del Pueblo.