Hacen añicos la carta de la ministra Fátima Báñez para protestar por la subida “ridícula”
“Pues se te queda cara de haba”. Así es como, según relató Mariví, una pensionista de Melilla, se quedaron otros tantos mayores al tener conocimiento de que se les iba a subir la paga en un 0,25%. Como ella, medio centenar de personas se concentró en la tarde de ayer frente a la Delegación del Gobierno para reclamar un sistema público de pensiones digno y para pedir que se deje de tocar la hucha de las pensiones. “Hay personas a las que le ha subido la paga en unos setenta u ochenta céntimos, eso es ridículo, es una burla”, se quejaban algunos de los presentes.
En señal de protesta, muchos pensionistas llevaron ayer a la concentración la carta que recibieron firmada por la ministra Fátima Báñez, en la que se les anunciaba de una subida que muchos consideraron una “burla”. Para mostrar su rechazo, hicieron añicos la misiva.
“Gobierne quien gobierne, las pensiones se defienden”. Esta fue una de las consignas que se exclamaron durante la tarde de ayer, en la que también se escucharon frases como “Rajoy, babucha, te has comido la hucha” o “menos ladrones y más pensiones”. La concentración, que fue promovida por ciudadanos melillenses, contó con el respaldo del sindicato UGT y también de la socialista Gloria Rojas.
A través de un manifiesto, quedó claro el descontento a causa de las “continuas agresiones a nuestros servicios públicos”. Como se subrayó, a estas alturas resultan inadmisibles declaraciones como las vertidas por la ministra Fátima Bañez o la diputada Celia Villalobos, quienes pidieron que la edad de la jubilación se retrase a los 70 años.
“Las reformas laborales y de pensiones llevadas a cabo han precarizado a los jóvenes con salarios de miseria, provocan unas cotizaciones a la Seguridad Social insuficientes y, por tanto, impiden unas pensiones dignas”, sostuvieron en el manifiesto. Como señaló Mariví, no se trata tanto de protestar por uno mismo, como por la situación que se van a encontrar las generaciones venideras.
“Las últimas reformas actúan como una losa y suponen, según expertos y economistas, una pérdida a medio plazo de más del 35% del poder adquisitivo de los pensionistas”, agregaron los convocantes.
En Melilla, como en el resto del territorio español, los pensionistas pidieron que se reembolse los sustraído de la hucha de las pensiones y que se retomen los 65 años como edad de jubilación. Además, se exigió que no hubiera penalización a los 40 años cotizados y que regrese el subsidio para los mayores de 52 años. “Y que todo el poder adquisitivo perdido en los últimos años vuelva al bolsillo de los pensionistas”, zanjaron.