La Policía Local de Melilla detuvo el pasado sábado 4 de junio al presunto autor de un delito de atentado contra los agentes de la autoridad y tres delitos contra la seguridad vial, quien conducía bajo la influencia de drogas y de manera temeraria sin permiso de conducción, ha sido ingresado en los calabozos y ha quedado a la espera de su puesta a disposición judicial.
Los hechos comenzaron cuando, sobre las 00:30 horas, un agente franco de servicio notó un vehículo que circulaba a gran velocidad mientras ponía en peligro la integridad física de varios viandantes en la zona centro de la ciudad, algo que comunicó "inmediatamente" a la sala operativa.
Entonces, dos indicativos policiales del turno de noche se trasladaron al lugar y uno de ellos se ubicó en la intersección de avenida Juan Carlos I Rey con plaza Comandante Benítez, donde el vehículo reportado estaba detenido porque le precedía una fila de coches parados, por respeto a una señal de ceda el paso.
Cuando uno de los agentes procedió a acercarse al sospechoso, éste respondió emprendiendo una huida acelerando bruscamente, adelantando a la fila de vehículos y atropellando al agente, al cual le causó lesiones.
Así, fueron informadas las demás patrullas policiales y se inició la persecución del vehículo fugado, cuyo conductor demostró "un menosprecio evidente por la vida de los demás" porque iba "a gran velocidad y sin respetar ningún tipo de señal de tráfico".
Una huida temeraria
De acuerdo con lo que explica una nota de prensa, la operación se extendió durante un largo periodo de tiempo, en el que el perseguido embistió contra los vehículos policiales que trataban de darle alcance, lesionó a dos agentes más, causó daños a un coche estacionado y en el bien público, y estuvo a punto de atropellar a varias personas.
A dicha persecución también se unieron indicativos de Policía Nacional, que intentaron contarle el paso al vehículo perseguido, pero éste eludió el bloqueo hasta que un furgón del Grupo de Prevención y Reacción detuvo su marcha, inmovilizándolo contra unos guardarraíles.
El conductor intentó entonces huir a pie pero, no sin ofrecer resistencia activa y grave, en un forcejeo violento, fue detenido por los agentes, quienes pudieron comprobar que éste presentaba síntomas evidentes de encontrarse bajo la influencia de sustancias psicotrópicas, estupefacientes y alcohol.
Asimismo, aunque fue trasladado hasta el servicio de urgencias, el detenido se negó a ser asistido por los facultativos y mostró "una actitud agresiva en todo momento".
Por otro lado, en el asiento delantero del vehículo interceptado, que posteriormente fue depositado y puesto a disposición judicial, se encontraba un acompañante, también en un avanzado estado de embriaguez, que mostraba lesiones leves como consecuencias de las diferentes colisiones sufridas en la huida y se negó a ser atendido en el hospital.
Todo mentira como siempre
Delincuente, crujirle bien y veras como se lo piensa dos veces