Creía Thomas Jefferson que no es posible vivir sin libros y un informe de finales de febrero del Ministerio de Educación y Cultura, titulado Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros en España 2021, corrobora que, aunque durante el año pasado se fue produciendo una recuperación paulatina de las actividades sociales, la lectura se mantuvo como una actividad de ocio para el 64,4% de la población española.
Según estos datos, el 52,7% lo hizo con una frecuencia, al menos, semanal. Estas cifras son similares a las de 2020, año en el que se registró un incremento grande tanto de los lectores por ocio como de los lectores frecuentes (64,0% y 52,7%, respectivamente). En cuanto al número de españoles que leyó al menos un libro durante 2021, tanto por placer como por trabajo, la cifra alcanzó el 67,9% de la población.
Parece claro que uno de los efectos positivos –acaso el único- que produjo la pandemia fue el incremento generalizado de la lectura.
Jorge Luis Borges afirmó que, “de los diversos instrumentos inventados por el hombre, el más asombroso es el libro; todos los demás son extensiones de su cuerpo... Sólo el libro es una extensión de la imaginación y la memoria”. Las diversas ferias del libro que se realizan no sólo en España, sino en todo el mundo, tienen como uno de sus objetivos el fomento del hábito de leer. Además, en algunas ocasiones se pueden encontrar joyas que no se ven en otros lugares.
En la ciudad autónoma, los melillenses disponen hasta este domingo para bucear entre los ejemplares disponibles en alguno de los nueve puestos que se han colocado en la calle O’Donnell para celebrar la 35 Semana del Libro. Allí, además, existe la posibilidad de charlar con diversos autores y de disfrutar de otras actividades que, paralelamente, y también en la calle Chacel para los niños, ha organizado el Gobierno local.
Así que esperaremos que el mayor número posible de melillenses aproveche esta semana para seguir disfrutando o engancharse a ello de manera habitual. La impresión del primer día, por lo pronto, fue ciertamente positiva.
Cuantos más ejemplares se adquieran durante estos días, más se contentará, allá donde esté, a Cicerón, quien, según cuentan, dijo una vez que un hogar sin libros es como un cuerpo sin alma. Y más engalanadas estarán las casas y más felices vivirán los lectores.